La hiperconexión, o la capacidad de estar conectados digitalmente en todo momento, ha llevado a un fenómeno preocupante en el mundo laboral: el 40% de los empleados no logran desconectarse del trabajo, “incluso sabiendo que la ley les ampara para no conectarse a ningún dispositivo electrónico o software profesional durante los periodos de descanso o vacaciones, tampoco responder llamadas, mensajes, emails o cualquier otra forma de comunicación digital”, afirma Laura Gisler, directora de Formación y Área Digital de Nexian.
Las razones son variadas. En algunos casos el motivo es tan sencillo como que, por comodidad o necesidad, el trabajador acaba utilizando sus dispositivos personales para asuntos laborales, mezclando finalmente ambos entornos y cayendo voluntariamente en la mencionada conexión permanente. En otros casos, el trabajador siente que su posición y grado de responsabilidad dentro de la compañía le “obliga” a estar pendiente de cualquier novedad. No obstante, “es cierto que las personas cada vez valoran más su tiempo libre, siendo más conscientes de que la desconexión es buena para la salud mental y, por tanto, también para la productividad en las jornadas laborales”, ha añadido Gisler.
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