Los inmigrantes utilizan cada vez con más frecuencia las empresas de trabajo temporal (ETT) como puerta de acceso al mercado laboral español. Prueba de esta opción, es el aumento de un 30% registrado entre el personal extranjero, empleado a lo largo del 2005 por una de las primeras compañías internacionales de este tipo de servicios, Adecco. En consecuencia, la multinacional ha puesto en marcha un programa por el que busca y contrata en los países de origen los perfiles profesionales demandados por las empresas españolas.
Los datos sobre la inmigración figuran en un amplio informe de Adecco, unido a las cuentas de resultados presentadas este martes. Este grupo empresarial aumentó su facturación en España, en el 2005, hasta los 737 millones de euros, un 8,3% más que en el 2004; realizó 521.075 contratos, distribuidos entre 153.497 ocupados, es decir, cada trabajador firmó una media de tres; y obtuvo un beneficio neto de 53 millones de euros, un 17% por encima del conseguido en el 2004. Las previsiones para el 2006 indican un crecimiento del 12% en el número de empleados y del 22% en los beneficios a alcanzar.
Otra información que se desprende del estudio es el perfil del trabajador que acude a las ETT. Predomina el de un hombre, menor de 24 años, con estudios primarios. Los jóvenes son el grupo más contratado, aunque a lo largo de los años registra un ligero descenso a favor de las personas con más de 40 años.
Respecto a la formación, los números reflejan que el 49% tenían estudios primarios; el 31%, secundarios; el 12% formación profesional; y el 8% eran universitarios.
El mayor porcentaje de empleos cubiertos, el 39,4%, pertenecía al sector industrial, donde la demanda se centró en personal electrónico, peones, oficiales de primera y segunda, mecánicos, montadores y mozos. Muy cerca (apenas a un décima) se situaron los servicios (excluida la hostelería) con petición de telefonistas, grabadores de datos, encuestadores, dependientes, informáticos, comerciales, contables, técnico de calidad, delineante, y ayudantes técnico sanitarios.
La hostelería acaparó el 19% de los empleados, con contratos para camareros, recepcionistas, pinches, cocineros, y guías. La agricultura solo absorbió el restante 2,3%. Las ETT no pueden actuar en la construcción.
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