Hemos hecho los deberes", aseguró ayer el presidente de Seat, Erich Schmitt, sobre la buena acogida del plan de bajas y prejubilaciones voluntarias, al que se han sumado 1.770 empleados. Una vez culminada la reducción de empleo en tres años, Seat mantendrá "una plantilla base estable" y abrirá la puerta a la contratación de temporales para hacer frente al aumento de la producción previsto en la planta de Martorell gracias a la berlina que sustituirá al Toledo y su versión familiar.
La filial de Volkswagen espera vender unas 50.000 unidades anuales del nuevo modelo, una cifra muy similar al volumen que tenía la antigua versión del Toledo. A este volumen adicional en el 2009, se añadirán unos 10.000 o 15.000 coches de la versión todoterreno del Altea XL y las que logre la nueva versión del Ibiza en el 2008. Con todo ello, la producción subirá de 409.000 unidades previstas para este año a unas 500.000.
UN 35% MÁS DE PRODUCTIVIDAD
Para hacer frente al incremento de producción, Schmitt confía en mejorar de un 30% a un 35% la productividad de la plantilla que quede tras aplicar un recorte del 10% y en aprovechar al máximo las posibilidades del mecanismo de flexibilidad interna, que permite aumentar o reducir los días de trabajo. "Necesitamos más flexibilidad para no tener que hablar siempre de excedente de personal. Así podremos respirar mejor", afirmó el máximo directivo de Seat.
Con el recurso a los eventuales, Seat seguirá el camino de la mayoría de fabricantes automovilísticos ubicados en España, que disponen de un colchón de temporales que facilita la reducción de plantilla si baja la producción. La media de temporalidad en el sector es del 6%, mientras que Seat es casi nula.
El departamento de personal que dirige Ramón Paredes tiene ahora el reto de analizar todas las peticiones para dejar la empresa y distribuir los ceses en tres años para que no afecten a la producción. Este año dejarán la compañía 600 empleados, pero Schmitt advirtió de que algunos de los que han pedido una baja permanecerán en la empresa más tiempo por la necesidad de formar a los sustitutos y por los movimientos internos a los que obligará el plan de recorte para no dejar ningún área sin personal.
Las asignaturas pendientes de Seat son cumplir con el objetivo impuesto por Volkswagen de encabezar el mercado español y ser rentables. Schmitt confía en los nuevos modelos y en convencer a la red de concesionarios del potencial de las inversiones, aunque este año ha pasado del tercer lugar al cuarto por detrás de Citroën, Renault y Ford. La mejora de las ventas, junto a la mejora del margen de beneficio por cada coche, es crucial para que el beneficio operativo vuelva a ser positivo en el 2008.
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