Burson Cohn & Wolfe (BCW) ha llevado a cabo una encuesta junto con PSB sobre cómo afrontan los empleados el regreso presencial a su lugar de trabajo tras la aplicación de forma generalizada durante la pandemia del Covid-19.
La encuesta, realizada a 1.200 empleados por cuenta ajena de entre 25 y 64 años en Alemania, España, Francia e Italia entre el 30 de junio y el 5 de julio, muestra que el choque emocional que ha supuesto la pandemia ha influido sensiblemente en la relación de los trabajadores con sus empresas, ya que el 76% de los encuestados españoles admite que el COVID-19 les ha llevado a valorar más sus condiciones laborales actuales, por encima de países como Francia o Italia, donde estas cifras se sitúan en el 58% y el 65% respectivamente.
Los empleados españoles son también los que más valoran tener la opción de trabajar en remoto, considerada positivamente por un 72% de los encuestados y, más concretamente, como muy importante para un 46% de los encuestados españoles (muy por encima de la media europea, situada en el 38%). En la misma línea, un 70% de los encuestados españoles valoraría la posibilidad de contar con horarios flexibles de ahora en adelante, frente al 60% de la media europea.
Según María Cobos, directora de Corporate Relations and Internal Affairs de BCW, »estos datos muestran que en la actualidad se da el caldo de cultivo necesario para que las empresas que estén culturalmente preparadas lideren un cambio necesario que les posicione como palanca de transformación de su negocio, del entorno de sus empleados y del modelo que queremos como sociedad».
Lecciones en comunicación del Covid-19
Según la consultora, para que esta transformación sea comprendida y abrazada por los empleados y ante la posibilidad de una segunda oleada del virus, las compañías deben aprender de las lecciones que el COVID-19 nos ha dejado en materia de comunicación.
Así, en términos generales los españoles encuestados consideran que la empresa ha tenido un buen trato con ellos (77%), también en cuanto al apoyo psicológico recibido (73%). Ahora bien, aquellos encuestados españoles que no lo han sentido así y que piensan que la comunicación ha sido mala o muy mala (23%) admiten que su malestar se ha debido principalmente a que la compañía no ha establecido una comunicación suficiente (66%) o a que no se proporcionaban garantías suficientes sobre la seguridad en el lugar de trabajo (46%).
Preguntados sobre la frecuencia con la que hubieran deseado recibir comunicaciones por parte de su empresa, un 45% respondió que varias veces a la semana, nueve puntos por encima de la media europea, situada en un 36%.
Los temores al contagio, la principal barrera para el retorno al lugar presencial de trabajo
Los resultados del estudio trasladan una especial sensibilidad por parte de los empleados de las empresas españolas respecto al retorno al puesto de trabajo presencial. Tanto es así que sólo el 59% de los encuestados admite sentirse cómodo ante esta perspectiva, muy por debajo de la media europea, situada en el 70%, y más lejos aún del dato de Alemania, situado en el 75%.
Pese a ello, los trabajadores españoles no creen que el hecho de que las empresas soliciten a los empleados retornar al puesto de trabajo sea un acto irresponsable (sólo lo ve así el 28% de los encuestados) y la mayoría (el 59%) considera que sus empresas adoptarán las medidas de seguridad e higiene necesarias incluso si la ley no lo exige.
Ahora bien, sus temores radican principalmente en la posibilidad de contraer el virus e infectar a sus familiares (el principal temor para un 63% de los encuestados, muy superior a la media europea, que se sitúa en el 45%), en la desconfianza porque sus compañeros de trabajo cumplan estrictamente las normas de seguridad e higiene en su vida privada (segundo gran temor, con un 29%) o el miedo a utilizar el transporte público (19% de los encuestados).
María Cobos, directora de Corporate Relations and Internal Affairs de BCW, »el informe muestra que los trabajadores españoles han echado de menos una comunicación más frecuente que trasladara confianza respecto a las medidas de seguridad durante los peores momentos de la pandemia. Ahora que la mayoría teme una segunda oleada con la que puedan llevar a casa el virus desde su lugar de trabajo, sabemos que nuestras empresas deben abordar de frente y con más frecuencia estos miedos que, si no se atajan, frenarán la recuperación de la normalidad de la actividad empresarial».
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