El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, reclamó este sábado a los agentes sociales y al conjunto de fuerzas políticas un «pacto integral de conciliación» que incluya las seis de la tarde como tope general de la jornada laboral para avanzar de forma efectiva en la igualdad entre mujeres y hombres.
Rajoy abogó por ese gran acuerdo al clausurar en Zaragoza la Convención Nacional del PP sobre familia y conciliación, en la que participó también la ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, y en la que subrayó que España ha pasado de ser el país de la Unión Europea que más empleo destruía a ser el que más empleo crea, con «especial pujanza» entre jóvenes y mujeres, y esa, agregó, es la «realidad implacable» mientras otros solo hacen «discursos» y se dedican a «comentar» las decisiones del Gobierno.
«Otros defienden la igualdad con discursos», dijo Rajoy, mientras el Ejecutivo adopta medidas. «Unos montan el número» pero el Gobierno apota los datos, según los cuales la brecha salarial entre mujeres y hombres está «en mínimos históricos» y ha llegado a ser inferior a la de finales de 2011.
En ese contexto, el presidente considera que es momento para apostar de forma decidida por la racionalización de horarios laborales para facilitar la conciliación con la vida personal y familiar, algo en lo que se trabaja con los agentes sociales porque se trata de un «asunto primordial» en el que es necesario el acuerdo. «Muchos españoles están deseando que seamos capaces de conseguirlo», aseguró.
Rajoy se declaró abiertamente partidario de que la jornada laboral acabe con carácter general a las seis de la tarde como sucede «en muchos países de nuestro entorno», pero subrayó que no es algo que el Gobierno pueda «imponer». «Lo debemos acordar entre todos», explicó, para implantar mecanismos de flexibilidad de la jornada impulsando el teletrabajo y las «bolsas de horas» para que los trabajadores puedan gestionar asuntos propios. «Nos gustaría», aseguró, que todo ello «cristalizara en un plan integral de conciliación».
Se mostró convencido de que la conciliación es «un ámbito por y para la igualdad», un derecho y a la vez una obligación de todos, y una muestra de corresponsabilidad y de respeto entre ciudadanos libres e iguales que trabajan juntos para mejorar sus vidas y su país.
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