¿Cómo es la vida laboral de un trabajador temporal? ¿Se beneficia de la conciliación del trabajo y la vida familiar? ¿Obtiene más ganancias que un trabajador fijo o siempre permanece aislado a la espera de nuevos proyectos?
Según los expertos de la compañía de reclutamiento y selección de personal Hays, puede ser una combinación de las cuatro menciones anteriores. Hoy en día, el 69% de las personas que buscan un empleo están dispuestas a considerar una asignación temporal, mientras que el 14% ya trabaja de esta forma. Por este motivo, Hays proporciona las claves para entender que implica ser un empleado temporal:
1. Nunca se debe interrumpir la creación de marca personal
Incluso cuando ya hayamos conseguido el trabajo no hay que olvidar lo importante que es marcarse nuevos retos y metas; pensar qué nuevas funciones nos gustaría desempeñar, sobre todo empezando por la organización en la que nos encontramos en ese momento y preguntarnos si hay opción de acceder a otras áreas o departamentos en los que creamos que puede potenciar nuestras habilidades. No debemos dudar en hacerlo ya que mostrar interés, especialmente al departamento de Recursos Humanos, puede ofrecernos nuevas oportunidades.
2. Siempre hay que adquirir nuevas habilidades
La constante actualización y adquisición de habilidades es una realidad fundamental en la vida laboral de cualquier trabajador, pero especialmente lo es para el empleado temporal. Seguramente en más de una ocasión habremos escuchado que dicen que un trabajador temporal gana más que uno fijo y, probablemente, así sea. Sin embargo, para mantener esta posición a largo plazo es necesario invertir en el aprendizaje y desarrollo continuo. Las personas contratantes solo pagarán los sueldos más altos a aquellas que hayan alcanzado la experiencia específica pertinente sobre el sector en el que trabaja, el conocimiento suficiente sobre la tecnología más reciente y las últimas tendencias de la industria.
3. Aceptar que nuestra vida laboral nunca será uniforme
Es por este motivo que los profesionales temporales están siempre listos para hacer frente a los retos y a los continuos cambios. La mayoría de las asignaciones temporales tienen fecha de finalización pero, en algunos casos, pueden ampliarse. De igual manera los planes pueden verse alterados y es posible que se adelante el fin del contrato. En ese caso, las personas implicadas deben entenderlo y actuar en consecuencia.
4. Actuar como epítome del profesional
Al tratarse de un profesional que trabaja de forma temporal, debemos absorber las políticas, los procedimientos y la cultura de las organizaciones en las que nos contratan rápidamente. La puesta en marcha debe ser breve pero eficaz.
5. Distancia entre la vida personal y profesional
La vida personal de un trabajador temporal casi nunca se cruza con su vida laboral. Es más propio que pase con los empleados permanentes. Por ejemplo, en el caso del empleado temporal, su móvil permanece siempre en silencio y el teléfono de la organización o correo electrónico nunca se utiliza para las comunicaciones personales. Del mismo modo, no utiliza su tiempo de trabajo para conocer a los compañeros de trabajo. Lo más habitual es que conecte con ellos a través de LinkedIn.
6. Los demás depositarán grandes expectativas en ti
La vida laboral de un profesional temporal está, en cierto modo, condicionada por las expectativas que se depositan en él. En su caso, los resultados y las habilidades que se esperan son más altas que las de los compañeros que están a tiempo completo en la oficina. Mientras que para la mayoría de los trabajadores temporales esto supone una motivación y una razón de peso para prosperar, para otros es desalentador.
7. Sólo se prospera si se marcan nuevos objetivos
La vida está llena de responsabilidades pero para tener éxito se debe ser ambicioso y marcarse constantemente nuevos objetivos. Cuando a un profesional temporal se le asigna una nueva organización, se le hace una breve introducción y de inmediato se incorpora al trabajo. Ningún trabajo será igual entre dos organizaciones, por tanto, es preciso que sea una persona dinámica con un alto grado de adaptabilidad.
8. Tendrá pocas amistades en el trabajo
Una de las condiciones que debe aceptar un profesional temporal es que tendrá pocas amistades en el trabajo y lo más probable es que sean relaciones distantes. Una vez más, esto no molesta a la mayoría de los temporales ya que están más acostumbrados a construir redes de contactos que no amistades en la oficina.
9. La elección es únicamente suya
Por último, la vida laboral de un empleado temporal puede proporcionar la máxima libertad. Si lo desea, podrá tomarse tiempo libre entre proyecto y proyecto. Además, un denominador común que siempre está estrechamente ligado al perfil del trabajador temporal es la facilidad de conocer gente y de relacionarse con entornos cambiantes.
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