Recursos Humanos Digital El número de directivas contratadas en los últimos cinco años ha aumentado 6 puntos porcentuales, pasando del 30,8% al 35,9% del total, según la consultora de recursos humanos Hudson, que destaca que este incremento se produce fundamentalmente en mandos intermedios, mientras que la alta dirección continúa siendo mayoritariamente masculina.
El estudio de la consultora, que ha elaborado a partir de la encuesta a 72.800 directivos con edades comprendidas entre los 30 y 45 años, señala que esta tendencia se debe a que algunas mujeres no quieren asumir puestos de mucha responsabilidad para poder conciliar mejor su vida laboral y familiar.
Así, en los procesos de selección llevados a cabo en los últimos cinco años el número de hombres candidatos a ocupar un puesto directivo es muy superior al de mujeres (en una proporción de 3 a 1), sin embargo las mujeres triunfan más en la selección final.
Hudson destaca también que las mujeres son mayoría en funciones de marketing, recursos humanos o atención al cliente, aunque no en las posiciones de la cúpula directiva. Por su parte, los hombres son mayoritarios en otras funciones como compras, finanzas e industria. Además, en el sector salud se está notando un incremento de la presencia femenina en funciones de gerencia y dirección.
El estudio afirma que aunque cada vez hay más empresas que están interesadas en incorporar mujeres, no es habitual que pidan expresamente un perfil femenino. «En contadas ocasiones alguna empresa nos ha pedido que incorporáramos una mujer, siempre debido a que querían equilibrar en género un departamento concreto o por la preocupación por cumplir las cuotas», indica la consejera delegada de Hudson, Montserrat Luquero.
UN ESTILO DE DIRECCIÓN DISTINTO
Por otro lado, Hudson asegura que el estilo de dirección femenino parece adaptarse muy bien a las nuevas demandas de las empresas. En concreto, la aseguradora indica que las mujeres directivas son altruistas, orientadas a personas, cooperadoras, autoexigentes y con habilidades sociales, mientras que los hombres son más extrovertidos, comunicativos, con mayor control de las emociones y más ambiciosos.
«Aunque esto no significa que todos los hombres o mujeres tengan el mismo estilo de dirección, sí parece que las habilidades más destacables de las mujeres –más abiertas a la participación, la colaboración y menos preocupadas por la jerarquía–, encajan bien con las demandas actuales de las empresas y con los estilos de liderazgo que requieren las nuevas generaciones. Esta circunstancia, unida a la cada vez mejor preparación de las mujeres, augura que el avance de las mujeres directivas en las empresas continuará en los próximos años», concluye Luquero.
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