A pesar de haber despedido el 2014 como el primer año de crecimiento interanual desde el inicio de la crisis, con 417.574 nuevos cotizantes a la Seguridad Social, el inicio de la recuperación económica en España conlleva también en muchos casos el aumento de la presión y el estrés laboral. Según el último estudio de Regus, realizado entre 22.000 trabajadores de más de 100 países, los españoles acusan un aumento de la presión en su puesto de trabajo y una mayor intromisión del mundo laboral en su tiempo libre.
En este sentido, el informe revela cómo las presiones laborales son frecuentemente la causa de faltas de atención en otras tareas diarias como los desplazamientos en coche. Así, prácticamente cada mañana, el 46% de los trabajadores afirma ir pensando y preocupado al trabajo mientras conduce. Además, los encuestados añaden que, en los últimos 5 años, ha aumentado incluso la necesidad de detenerse o aprovechar los atascos para atender cuestiones laborales que no pueden esperar hasta la llegada a su destino.
Estos datos responden a los índices de siniestralidad vial registrados en España según el último informe anual de la DGT, ya que el 69% de los accidentes donde al menos falleció una persona sucedieron en días laborales y, en un 66% de los casos, éstos ocurrieron entre las 8h y las 20h. Entre los factores más concurrentes está, en segundo lugar, las distracciones del conductor (38%), solo superadas por los positivos en alcohol y drogas (44%) y a casi el doble de distancia que la velocidad inadecuada (22%).
Por otra parte, el estudio de Regus también revela cómo el trabajo interfiere cada vez más en la vida familiar. Así, cada vez es más frecuente tener que atender asuntos laborales cuando se está fuera de la oficina. Este es el caso del 74% de los encuestados, de los cuales, un 52% señala cómo sus empresas utilizan sistemas de chat para estar siempre conectados.
Además de esta creciente intromisión en el tiempo personal, la expectativa de que los profesionales estén siempre comprobando su correo electrónico está dañando la propia metodología e incluso la imagen de algunos negocios. Esta permanente conexión al trabajo provoca que el 78% de los trabajadores tenga que adaptarse frecuentemente a los cambios de última hora de sus superiores y se pierda en muchas ocasiones el valor de la planificación.
Philippe Jiménez, Country Manager de Regus en España, comenta: “El entorno global de trabajo está cambiando. La tecnología, especialmente la móvil y la mensajería instantánea, tiene enormes beneficios para los trabajadores, permitiéndoles ser más flexibles en cómo y dónde trabajan. Sin embargo, estar siempre conectado debe ser beneficioso en términos de productividad y no de distracción para los trabajadores cuando están conduciendo o disfrutando de su vida personal”.
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