En los últimos años, el panorama laboral en España ha experimentado una transformación significativa, impulsada por el creciente interés en modelos de trabajo más flexibles. Cinco años después de la pandemia, muchas empresas han optado por regresar a la presencialidad, pero el trabajo híbrido y el teletrabajo siguen teniendo un papel relevante.
Según un informe del Instituto Nacional de Estadística (INE), casi el 15% de los empleados españoles teletrabaja, con Madrid a la cabeza como la comunidad con mayor adopción de esta modalidad. Sin embargo, el avance del teletrabajo sigue enfrentando desafíos y ajustes en las estrategias empresariales.
Si bien este modelo ofrece ventajas como mayor flexibilidad y reducción de tiempos de desplazamiento, también presenta desafíos relacionados con la desconexión laboral, un sistema de automatización de las tareas y una correcta gestión de las horas, lo que plantea la necesidad de evaluar si las políticas actuales fomentan el teletrabajo de manera efectiva y garantizan un equilibrio entre productividad y bienestar laboral.
El modelo híbrido, que combina la interacción en la oficina con la comodidad del hogar, se ha convertido en una opción cada vez más demandada por los empleados, ya que permite equilibrar la vida laboral y personal. Según una reciente encuesta de Protime, 6 de cada 10 trabajadores prefieren un formato híbrido. No obstante, las preferencias varían según la edad: los trabajadores más jóvenes tienden a optar por el teletrabajo a distancia, mientras que, con el aumento de la edad, se prefiere un modelo híbrido con mayor presencialidad.
De aquellos que optan por el formato híbrido, un 58% considera ideal una distribución de tres días presenciales y dos de teletrabajo, lo que les permite mantener la colaboración en equipo dentro de la oficina, sin sacrificar la flexibilidad.
Según Óscar Bermejo, CTO CTO Spain de Protime: “El trabajo híbrido ha llegado para quedarse, y las empresas deben adaptarse a este cambio para seguir siendo competitivas. Es fundamental que, si bien se fomente la flexibilidad, también se garantice la cohesión y colaboración dentro de los equipos. Las tecnologías y las herramientas de gestión son clave para equilibrar estas dos necesidades.»
Digitalización y automatización: el cambio hacia la eficiencia
En este ámbito, es importante destacar el papel clave que tiene la digitalización de las empresas, donde la inteligencia artificial y la automatización están remodelando los procesos laborales. Según esta misma encuesta, un 86,6% de los trabajadores perciben positivamente estos avances, especialmente aquellos con formación universitaria, quienes consideran estas herramientas como un apoyo esencial para su actividad profesional. En este contexto, la adaptación a la digitalización se presenta como una prioridad tanto para trabajadores como para empresas, con el fin de mejorar la eficiencia y productividad en el trabajo.
Bienestar laboral: medidas para un entorno saludable
Ante esta situación, las empresas están enfocándose en mejorar el bienestar de sus empleados mediante iniciativas que priorizan la desconexión digital, estableciendo límites claros entre la jornada laboral y el tiempo personal.
A pesar de estos esfuerzos, solo el 38% de los trabajadores considera que su derecho a la desconexión digital se respeta completamente, y un 15,5% sigue recibiendo comunicaciones fuera del horario laboral. Por ello, la aprobación de la nueva ley de control horario, que elimina el registro en papel y obliga a los trabajadores a realizarlo de forma digital, se presenta como una solución clave. Esta medida no solo facilita un mayor control sobre las horas trabajadas, sino que también responde a las necesidades tecnológicas que se presentan en 2025.
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