La pandemia del COVID-19 obligó a las organizaciones a instaurar un sistema de trabajo en remoto a la fuerza que todos pensábamos que iba a mantenerse en el tiempo debido a sus efectos positivos en la productividad y en los trabajadores. Sin embargo, esta tendencia está adoptando un efecto contrario, y son muchas las empresas que están recortando esta opción o eliminándola directamente de su forma de trabajo, regresando a la forma tradicional presencial.
Google, una de los tecnológicas más famosas y creadora de decenas de herramientas fundamentales para trabajar en remoto, ha optado por volver atrás. La compañía quiere que sus trabajadores vuelvan a la presencialidad, aunque sus empleados no se muestran tan conformes con esta decisión, sobre todo por los altos precios de las viviendas que rodean la zona de la oficina, ubicada en Mountain View, California.
El año pasado la empresa tecnológica trató de hacer un regreso paulatino a las oficinas, dando la opción a sus trabajadores de que fuesen al menos tres días a la semana. Sin embargo, tras la implantación del teletrabajo, muchos de estos se habían mudado o simplemente seguían negándose a aceptar las altas cifras que tendrían que asumir para poder vivir en los alrededores.
Por ello, Google compró el hotel llamado ‘Bay View’ como forma de ayudar a los trabajadores con la flexibilidad, instándoles a quedarse en el hotel e ir a la oficina. Así, la compañía ofrece habitación para 4.000 empleados, con un coste individual de unos 3.000 dólares al mes.
“Imagínense no tener que viajar a la oficina por la mañana y poder tener una hora extra de sueño” anunciaba el email enviado a los trabajadores de la compañía para tratar de convencer al personal. Si bien algunos estarían dispuestos a plantearse esta posibilidad, otros tantos han criticado duramente a la compañía, con comentarios a través de foros y webs como «Ahora puedo devolverle parte de mi salario a Google»
Apple, Amazon y Zoom se suman a la guerra por la presencialidad
Pero estos problemas y controversias no solo atañen a Google. Famosas compañías como Apple, Amazon y Zoom también se encuentran sumergidas en un tira y afloja con sus empleados por volver a la presencialidad.
Los trabajadores de Amazon organizaron huelgas en la sede en Seattle para protestar ante esta política y Apple amenazó la pasada primavera con sanciones a quienes no cumpliesen con la tasa de presencialidad.
Por su parte, Zoom, la empresa creadora de la aplicación de videollamadas, una de las grandes triunfadoras de la pandemia, anunció hace unos días que cualquier empleado que viva a menos de 80 kilómetros de la oficina tiene que adoptar un modelo mixto, y acudir dos días a la oficina.