En muchos empleos, el teletrabajo ya está plenamente asentado. De hecho, desde hace unos años existe una regulación de esta modalidad de trabajo con la ley 10/2021, en la que se reconoce que quienes trabajan a distancia tienen “derecho a la dotación y mantenimiento adecuado por parte de la empresa de todos los medios, equipos y herramientas necesarios para el desarrollo de la actividad”. Y en ello entran las sillas de trabajo. Por eso, seas asalariado o trabajador por cuenta propia, te vendrá bien saber cuál es la silla de trabajo más adecuada para ti, con las pautas que aquí te damos para elegir bien entre nuestros modelos. Así que si quieres una silla ergonómica Ofisillas la tiene en su catálogo.
- ¿Cuál es la intensidad de uso?
Cada modelo es distinto, pues cambian muchos detalles. Pero hay un aspecto básico que deberás tener en cuenta desde el inicio: su intensidad de uso. Es decir: a más horas de trabajo en ella, mayor calidad general deberá tener. Normalmente, hay dos niveles en este sentido: las sillas para uso diario de 4 horas (media jornada laboral) y para 8 horas (una jornada laboral). Y esto lo verás indicado en todos los modelos de Ofisillas.
- Regulable en altura
Es un aspecto fundamental para garantizar una buena postura corporal, puesto que cada persona es distinta en cuanto a estatura y corpulencia. Con ello, se podrá adoptar la altura ideal para los brazos con respecto a la mesa, y para las piernas con respecto al suelo. En líneas generales, la postura adecuada es aquella que, con la espalda bien apoyada en el respaldo, permita formar un ángulo de entre 90º y 100º en la zona de las caderas (entre los muslos y la espalda), y también en las rodillas (entre los muslos y las canillas), lo cual solo es posible regulando la altura.
- Reposabrazos, clave para ordenadores
Casi todas las personas que teletrabajan lo hacen frente a un ordenador. Y en estos casos, resulta clave que la silla tenga reposabrazos. Con ellos, el usuario puede apoyar los codos y antebrazos mientras usa el ratón y el teclado, evitando así que los brazos se sobrecarguen. Y si estos reposabrazos están acolchados, mucho mejor.
- Respaldo basculante, para usos intensivos
El respaldo basculante aporta confort al usuario, especialmente cuando la intensidad de uso es alta. En esos casos, cuando el trabajador lleva bastante tiempo sentado, agradecerá que el respaldo le permite adoptar una postura menos erguida para su espalda, aunque solo sea unos instantes de vez en cuando. Los modelos que disponen de este sistema suelen tener una palanca reguladora, mientras que otros cuentan con un mecanismo de posiciones fijas.
- Movilidad con respecto al entorno
Aunque el teletrabajador se sitúe la mayor parte del tiempo frente al ordenador, también necesitará estar en contacto con su entorno más inmediato: estanterías, impresora, etc. Por ello, la silla más adecuada para el teletrabajo debe facilitar una cierta movilidad, por ejemplo con un asiento giratorio y con unas patas con ruedas. De lo contrario, el usuario deberá levantar constantemente la silla del suelo, lo que supone un esfuerzo extra, o bien arrastrar sus patas, con el consiguiente perjuicio para el pavimento.
- Tapicería al gusto, pero práctica
La tapicería de una silla de teletrabajo es una cuestión subjetiva pero que debe ajustarse también a cada situación. Las sillas con respaldo de malla son cómodas y muy transpirables, lo que las convierte en opciones ideales para ambientes cálidos. En cambio, una tapicería de cuero o polipiel aporta elegancia y tacto agradable, pero pueden propiciar una mayor sudoración.
- Un estilo que se integre con el entorno
Aunque pueda parecer secundaria, la cuestión estética también es importante, sobre todo porque es un factor que decanta la balanza a la hora de tomar la decisión final. En este sentido, hay que tener en cuenta que hablamos de ‘sillas de oficina’, pero el espacio donde se ubicará no es exactamente una oficina, sino el hogar del teletrabajador. Por ello, puede tener un estilo más fresco y desenfadado, en línea con el mobiliario y la decoración de la habitación, que puede ser el salón, el dormitorio, un despacho, etc.
- En conclusión: que sea atractiva
La suma de todos estos factores (ergonómicos y estéticos) deben conducir a un objetivo final: que la silla de teletrabajo sea atractiva. ¿Por qué? Sencillamente, porque esto influye en la actitud que tendrá el usuario hacia su actividad. No hace falta decir que la silla es el elemento que acoge directamente al teletrabajador durante su jornada laboral y eso determina su productividad: si le produce una sensación agradable de confort, se sentirá más atraído para sentarse en ella y rendir en el trabajo; pero si no le produce esa sensación, tendrá menos predisposición a utilizarla y, por tanto, su rendimiento bajará.