Debido a la situación de pandemia vivida estos últimos años, el mundo laboral se ha visto afectado. Muchos trabajadores han hecho teletrabajo y muchas empresas han tenido que modificar su manera habitual de funcionar. Estos cambios han favorecido que el debate sobre si es necesario una jornada laboral de 4 días esté de actualidad.
Desde hace un siglo la jornada laboral ha sido de 40 horas en España y ahora se plantea una jornada de 32 horas sin merma de salarios. Una reducción de jornada laboral y manteniendo el mismo salario puede tener un fuerte impacto en las empresas. Cada empresa es distinta y lo que puede venir bien para unas empresas, puede afectarles negativamente a otras.
Es necesario una negociación colectiva para emprender este tipo de medidas y hacer un análisis de cada compañía, ya que la mejora de la productividad con la jornada laboral de 32 horas puede ser muy distinta en cada empresa y dependerá del sector y de cada compañía.
En diciembre de 2020, el secretario general de la UGT, Pepe Álvarez, planteó la implantación de una jornada laboral semanal de 4 días al que se suma uno más para formación, con la intención de que se reparta el tiempo de trabajo para generar más empleo.
La alternativa a la jornada de 4 días: Jornada intensiva
La mayoría de empresas siguen aplicando la jornada laboral de 40 horas y algunas empiezan a implementar la de 32 horas quitando un día laboral de la semana. Sin embargo, pequeñas empresas como Rodanet proponen alternativas a la jornada laboral de 4 días.
Trabajar menos sí, pero ¿por qué reducir días y no la jornada diaria de lunes a viernes? Hasta ahora, desde las empresas siempre se ha entendido que como más horas tenga un trabajador, más productivo será y, por lo tanto, más productiva será la empresa. Sin embargo, está demostrado que trabajar más horas no supone ser más productivo. Un claro ejemplo de esta afirmación está en Japón, donde se trabajan más horas debido a que se exige que los trabajadores hagan más de 80 horas extras al mes y, a la vez, es uno de los países con menos productividad del mundo.
Por esa razón, según nos comenta Sergi Lechado, CEO de Rodanet, ellos proponen que lo más favorable es implementar una jornada intensiva. Eso significa trabajar de lunes a viernes, como hasta ahora, pero con un horario de 8h a 15h y trabajando 35 horas a la semana, pudiendo tener una óptima conciliación cada día.
¿Por qué es la mejor alternativa a la conciliación?
Trabajar un día menos, como algunas empresas sugieren, puede traer consecuencias como la reducción del salario o tener que hacer más horas para compensar ese día no laboral. Con la jornada intensiva se pretende evitar la reducción de salario de los trabajadores y el aumento de la productividad de las empresas y sus trabajadores.
La jornada intensiva se basa en conseguir que la empresa y los trabajadores sean más eficientes y efectivos. Se trata de que la empresa y sus trabajadores se centren en los proyectos orientados a dar resultados.
La reducción de una hora al día en la jornada laboral mejorará la calidad de vida de los trabajadores y vendrán a trabajar con más ganas. La motivación de los trabajadores es vital para una buena productividad, por eso es tan importante mantener los salarios. Por otra parte, que la jornada siga siendo de lunes a viernes hará que la empresa no considere que ha perdido las ganancias de un día, ya que sigue activa durante los mismos días que lo estaba antes.
Estas mejoras sirven, también, para tener la mejor captación de talento posible. Y, para que dicho talento no se vaya de la empresa.
El otro debate: Teletrabajo
El teletrabajo durante la pandemia ha incrementado la productividad, pero también ha creado una desconexión entre los grupos de trabajo. La solución pasa por crear un formato híbrido en el que se teletrabaje y se vaya a la oficina.
Los trabajadores valoran tanto la comodidad de adaptar horarios en casa como la necesidad de socializar en la oficina.
Rodanet apuesta por el modelo de teletrabajo híbrido, que abre un debate igual de controvertido que el de la jornada intensiva. Muchas empresas ven desventajas en el teletrabajo. La desconexión del trabajador con la empresa y con el resto de trabajadores, así como el poco control que tiene la empresa de los trabajadores cuando teletrabajan, hacen que muchas empresas sean reacias a aceptar el teletrabajo como modelo.
El modelo híbrido, que se propone desde Rodanet, consiste en 2 días de teletrabajo a la semana y 3 días presenciales en oficina, totalmente flexibles. Esto permite conseguir una buena conciliación, que no se pierdan las relaciones sociales y que se siga trabajando con el equipo de trabajo, como se hacía hasta ahora.
Las empresas que han optado por trabajar el 100% desde casa para hacer una quedada 1 vez al mes, se arriesgan a una desconexión demasiado grande y a perder la cultura de empresa, así como la pertinencia a una manera de ser y de hacer.
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