Westerman, firma especializada en executive search, ha realizado un estudio para conocer la opinión de los asalariados en torno al teletrabajo. El teletrabajo se implantó como la única vía para continuar con el desarrollo de la actividad empresarial de muchas compañías durante el confinamiento por covid-19. Debido a la aparición de las numerosas variantes que han provocado sucesivas olas de coronavirus en España, dos años después de que irrumpiera la pandemia el teletrabajo sigue vigente en muchas empresas. El resultado del estudio no deja lugar a dudas: el 87% de los asalariados lo valora de forma muy positiva.
En la encuesta promovida por Westerman a una parte de la población activa, se proporcionaban cuatro posibles respuestas, dos de ellas a favor del trabajo a distancia y otras dos en contra. El 65% de los asalariados estima que el teletrabajo les aporta conciliación y flexibilidad, y el 22% considera que sus mayores virtudes son que potencia la concentración y la productividad. Aunque el teletrabajo disminuye las pausas improductivas que se dan en las oficinas, lo cierto es que la vivienda lleva de la mano otras distracciones casi ineludibles.
El lado opuesto de la balanza está formado por aquellos empleados que ponen el foco en los aspectos menos positivos del teletrabajo. El 8% de los encuestados afirma que esta modalidad produce una desconexión con elresto del equipo, y el 6% cree que fomenta la hiperconectividad. A pesar de que es un porcentaje discreto, una fracción de los trabajadores lo percibe como una vía para estar siempre disponible, además de sentir que el vínculo humano se desdibuja.
Westerman, por su parte, ha apostado por un modelo híbrido porque es el que más protege a su plantilla y porque aumentar la flexibilidad es uno de sus objetivos para este 2022. La consultora de selección ha fijado turnos rotativos en la empresa, pero ha establecido días fijos de presencialidad para que sus equipos continúen igual de cohesionados que hasta ahora.
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