Luego de la pandemia, el teletrabajo se convirtió en la modalidad por excelencia, pero con la flexibilización de las restricciones, se crearon sistemas híbridos que comparten ambos modos de trabajo. En este contexto, han estado surgiendo movimientos de resistencia por parte de empleados que desean mantener los privilegios del trabajo desde casa.
Laura Sali Pérez, socia y CEO de la agencia White Rabbit, afirma que «en el caso de la vuelta a la oficina de su agencia, han adoptado una modalidad mixta de trabajo presencial y home office, para no realizar una transición tan violenta y lograr una adaptación diaria de los empleados.»
De esta forma, y al igual que muchas otras agencias de comunicación y marketing, los empleados se turnan para asistir a la oficina dos o tres días a la semana, mientras que el resto de los días trabajan desde casa, programando meetings digitales con clientes, tal y como funcionó durante todo el 2020.
En este sentido, Rudolf Rannegger, director general adjunto de MCI Spain & Portugal, explica que «para todos, la vuelta a la oficina, supone un nuevo cambio de rutina. Por eso, las empresas necesitan crear engagement con tres tipos de empleados distintos: los que quieren volver a tiempo completo a trabajar presencialmente, los que no desean volver a la oficina y los que prefieren la flexibilidad que les puede ofrecer el trabajo híbrido».
¿Qué es el engagement dentro del ámbito laboral?
La necesidad de trabajar remotamente durante la pandemia, lejos del ambiente de la oficina, ha provocado, mayoritariamente, que la socialización y motivación de las plantillas disminuya notablemente.
De hecho, según expertos en Recursos Humanos, tener una atmósfera de trabajo agradable donde los trabajadores puedan hablar, reír, mostrar apoyo y transmitir ánimos y emociones es un activo muy importante, tanto para la compañía como para el que trabaja en ella.
«En White Rabbit intentamos motivar al máximo a nuestros empleados, sobre todo con aquellos que trabajan 100% remoto», destaca Sali Pérez. «Al fin y al cabo, todos formamos parte de un mismo equipo y necesitamos mantenernos activos y motivados para lograr obtener buenos resultados para nuestros clientes. ¿La clave? Sin duda la confianza y el diálogo», sostiene.
Es que en este contexto de parcial incertidumbre, las empresas necesitan invertir, más que nunca, en la salud mental y emocional de sus trabajadores. Es hoy cuando están descubriendo su camino; los líderes toman conciencia de nuevas formas de coordinar a sus equipos en este contexto, cómo ocuparse de uno mismo y a la vez cómo lograr los objetivos del grupo de trabajo.
El engagement actúa como unificador de todas las iniciativas diseñadas para mejorar el bienestar del personal en la compañía, su trabajo, sus compañeros y la cultura de la empresa. «La participación de los empleados de Recursos Humanos en estas acciones garantiza que la fuerza laboral de una empresa esté comprometida con su misión y le da una ventaja frente a la competencia«, comenta Rannegger.
Y finaliza: «La productividad y la eficiencia de los empleados se incrementará si se fomentan las actividades de participación de los empleados, incluso en el mundo digital y remoto. Si los trabajadores están implicados con la organización serán proactivos e innovarán. Además, es más probable que propongan nuevas ideas y estrategias con el objetivo de mejorar y actualizar la empresa«.
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