Hacer un consumo eficiente de la energía es imprescindible no solo para reducir nuestra huella ecológica, sino también para lograr un ahorro en la factura energética sobre todo en los meses de verano.
Siguiendo simples consejos se puede llegar a registrar un ahorro importante en el consumo energético de los hogares, por este motivo Endesa ha dado a conocer algunos de ellos que se pueden ver en este enlace:
Adecuación de la potencia contratada
Saber qué potencia necesitamos realmente en nuestro hogar es fundamental, porque cada kilovatio de potencia innecesario son 5 euros de ahorro mensuales. Para saber qué potencia realmente necesitamos hay muchas plataformas, pero es muy fácil, porque lo importante no es el tamaño del hogar, sino cuántos aparatos eléctricos necesitamos a la vez.
El promedio de los electrodomésticos que más consumen se reparte de este modo: frigoríficos (22,4%), congeladores (19,1%), lavadoras (8,6%), lavavajillas (8,3%), secadoras (8,6%), horno (7,8%), TV (8,9%), ordenadores (5,8%), standby (7,8%), resto (2,6%). Más datos sobre el consumo de los electrodomésticos en este enlace.
Aire Acondicionado
Mantener el termostato del aire acondicionado a 26º. Bajar un grado significa un 8% más de consumo de energía. Pero además, si utilizamos ventiladores, en vez del aparato de aire acondicionado, estamos reduciendo en un 10% el consumo energético. A esto se une un adecuado aislamiento que puede llegar ahorrar hasta un 60% de energía poniendo toldos en las ventanas o aislando los muros de la vivienda.
En verano: “desconectar” tu vivienda habitual
El mejor consejo es desenchufar todos los electrodomésticos que no sean necesarios. La lista de aparatos para tener en cuenta puede ser realmente muy larga: microondas, horno, licuadora, cafetera eléctrica… y en el salón: la tele, el router, cargadores de teléfonos y portátiles… Todos son dispositivos que utilizan electricidad incluso cuando no se están usando. Es lo que se denomina consumo fantasma y puede suponer entre el 7 y el 11% del consumo energético total de la vivienda.
En el caso del frigorífico, si no puedes desconectarlo por tener algún alimento en su interior también se puede ahorrar en su consumo. Tanto el frigorífico como el congelador son más eficientes desde el punto de vista energético cuando están casi llenos. Por ello, bastará con completar los huecos con tuppers llenos de agua y poner el termostato en la posición de menos frío posible. Al no abrir la puerta en muchos días, el frío se conservará dentro manteniendo los alimentos bien frescos. De este modo se logra ahorrar alrededor de un 6% de energía por cada grado que se suba.
Lo mismo vale para el termo eléctrico. Si el agua caliente procede de un calentador eléctrico, con su apagado se puede llegar a ahorrar hasta un 25% del consumo de la vivienda durante las vacaciones.
Cambio de hábitos
Todos tenemos que ser responsables y consumir la energía que necesitamos, sin derrochar y siendo eficientes. Esta eficiencia pasa por desplazar el uso de algunos electrodomésticos, como la lavadora o el friegaplatos que se pueden programar en horas valle, por la noche o a primera hora de la mañana.
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