La llegada masiva del teletrabajo al mundo de la empresa está redefiniendo los entornos laborales. Y uno de esos aspectos en revisión es la llamada Experiencia de Empleado o conjunto de interacciones que tiene un trabajador con su empresa a lo largo de toda su relación laboral.
EffiWork, la solución de gestión de personas desarrollada por WorkMeter, cree que el hecho de que los empleados desarrollen su actividad desde sus casas no quiere decir que las empresas no puedan o deban modular esa experiencia. La empresa española pionera en sistemas de medición de productividad y control horario ha identificado cuáles son esos elementos que pueden hacer de esa experiencia remota sea lo más satisfactoria posible
Según Joan Pons, CEO de EffiWork, «No cuidar la experiencia empleado puede hacer que la motivación caiga drásticamente y, con ella, la productividad. El riesgo de que un teletrabajador se sienta aislado y hasta’ abandonado’ es alto si no se trabajan determinados aspectos, en algunos de los cuales, la tecnología puede jugar un papel destacado».
Factores que influye en una buena telexperiencia de empleado
- Mobiliario / Espacio. Disponer de una silla ergonómica y resto de elementos del mobiliario adecuados para construir el homeoffice puede evitar enfermedades y lesiones laborales. ¿Cómo puede ayudar la empresa a configurarlo? Puede comprar o co-financiar la compra de esa silla, o bien mandar al domicilio del empleado la que usa normalmente en la oficina. También puede realizar una serie de videos y materiales informativos que ayuden a sus empleados a saber qué posturas son recomendadas y otros consejos relacionados con iluminación, ambiente, ruido, altura de la silla, etc.
- Tecnología. Es importante que el empleado no perciba el hecho de estar en casa como una desventaja para realizar su trabajo. Que todo funcione adecuadamente y el teletrabajador disponga de los recursos digitales, equipos, redes internas, aplicaciones, herramientas de videoconferencia, almacenaje o sistemas de medición necesarios para realizar su trabajo es determinante para esa experiencia.
- Protocolos claros. En contextos de incertidumbre, saber lo qué tiene que hacer, cómo hacerlo, lo que se espera de él y cómo puede cumplir esa expectativa da mucha tranquilidad al teletrabajador. Le evita la desagradable sensación de sentirse perdido y sin nadie a quién preguntar.
- Formación. Esencial para que sus trabajadores aprendan a manejar los recursos telemáticos, por ejemplo, los programas de teleconferencias o los sistemas de reporte de actividad.
- Confianza. La distancia disminuye la sensación de control. Que el colaborador no se sienta vigilado, sino que perciba que su empresa confía en ellos, incrementa su motivación, autonomía y productividad.
- Apoyo emocional. Al mismo tiempo, la incertidumbre laboral es aun mayor cuando a ella se le suma sensación de aislamiento del teletrabajo. Sentir que la empresa está emocionalmente cerca de sus trabajadores y que se preocupa por ellos para algo más que despachar tareas es promordial.
- Espacio Humano. La empresa puede facilitar oportunidades para que el trato virtual entre colegas no sea únicamente por razones de trabajo. Muchos profesionales echan de menos esas conversaciones de pasillo y los contactos informales con los compañeros. Hay que buscar maneras para replicar esos contactos digitalmente. Por ejemplo, alrededor de un café virtual con el departamento o con el jefe, mediante un concurso de talentos, etc.
- Feedback & Mediciones. Un feedback frecuente y constructivo con el jefe directo es esencial para que los trabajadores conozcan su evolución y no vayan a ciegas. Con ese mismo objetivo, los sistemas de medición de productividad y control horario permiten al teletrabajador autoaveluarse y conocer aquellas tareas en las que es está obteniendo un buen rendimiento y aquellas en las que necesita mejorar. Este conocimiento le permite ganar en autonomía y capacidad de autoaprendizaje.
- Flexibilidad. Un sistema de trabajo por objetivos, con horarios flexibles y sistemas claros de medición del desempeño, es la mejor manera de gestionar la flexibilidad que demanda el teletrabajo. Especialmente cuando el teletrabajador debe convivir con llevar a los niños al colegio, hacer deberes como sucedía hace unos meses, o ir al médico.
- Derecho a la desconexión. Tan importante como mantener la productividad trabajando desde casa es que no se consiga a costa de la salud y de jornadas maratonianas detrás del ordenador. La empresa debe garantizar el derecho a la desconexión de sus trabajadores, e incluso promoverlo (por ejemplo, a través de aplicaciones que avisan a los trabajadores de que han superado sus horas estipuladas).
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