El otoño parecía anunciar la desescalada en las oficinas, pero la virulencia de la segunda ola de contagios ha obligado a un nuevo cambio de estrategia en las empresas, consolidando el teletrabajo como la fórmula ideal para asegurar la continuidad del negocio. De hecho, los empleados europeos teletrabajan ya una media de 3,6 días a la semana, según una reciente encuesta realizada por Lyreco entre responsables y trabajadores de grandes empresas y PYMES.
Un horario flexible o tener que invertir menos tiempo en desplazamientos son algunas de las ventajas que ofrece el teletrabajo, pero según muestran los datos de la encuesta, también hay grandes inconvenientes que preocupan a los empleados, especialmente aquellos relacionados con la salud y el bienestar.
El puesto de trabajo en casa no ofrece el mismo nivel de comodidad, ergonomía y versatilidad que el de la oficina. Sentarse todo el día en una silla básica o concentrarse en la pantalla de un ordenador portátil a una altura incorrecta son cargas, aparentemente menores, que pueden provocar problemas de salud como dolor de espalda, fatiga mental o reducción de la concentración y el rendimiento.
Por ello, Lyreco ha preguntado a más de 7.000 trabajadores qué materiales o equipo mejoraría su nivel de confort y les ayudaría a ser más eficientes. Las respuestas más frecuentes han sido: mobiliario de oficina (38%) como sillas, escritorios y lámparas, impresoras (24%) y artículos ergonómicos (23,4%) como reposapiés y cojines lumbares, ratones ergonómicos o soportes para ordenador.
“Cuando se trabaja en un ambiente cómodo y se cuenta con las herramientas necesarias para afrontar el día a día, los empleados aumentan su productividad y creatividad, además de su compromiso y motivación”, analiza Manuel Alfonso, director general de Lyreco Iberia.
En cuanto a la prevalencia del teletrabajo, el porcentaje de responsables en la toma de decisiones que favorece y permite el teletrabajo ascendió hasta el 64% desde el inicio de la pandemia, y es posible que este porcentaje aumente en los próximos meses. Frenar la crisis sanitaria global será un reto a largo plazo que llevará meses e incluso años, por lo que atender a estas demandas de los empleados será crucial para mantener su rendimiento y bienestar. Todavía hay margen de mejora a la hora de evaluar su nivel de comodidad trabajando desde el hogar. De hecho, los encuestados lo valoraron en una media de 3 sobre 5, un dato a tener en cuenta por las empresas y compañías.
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