La pandemia ha acelerado la implantación del teletrabajo. Cisco estima que el número de trabajadores remotos en los países desarrollados se ha multiplicado por cinco durante el confinamiento, dato que incluso podría ser superior en España al contar únicamente con un 4,3% de índice de teletrabajo antes de la pandemia según Eurostat.
“El teletrabajo ha llegado para quedarse”, destaca Michel Rodríguez, Director de Colaboración en Cisco España. En plena tramitación de la Ley del Teletrabajo, “en Cisco creemos que en España habrá un modelo híbrido presencial y remoto. Para que este modelo tenga éxito, las empresas deberán invertir en tecnología y habilidades digitales, y además fomentar una cultura de colaboración, autonomía y confianza”.
Retos
Este cambio implica retos técnicos y de negocio, pero también culturales, de mentalidad y actitud que serán especialmente relevantes en la vuelta a la oficina. Los principales retos técnicos son el soporte tecnológico adicional para los empleados, el mantenimiento de los niveles de servicio y satisfacción de los clientes y la coordinación diaria de las actividades del personal/equipo.
Las reuniones ‘sociales’ de videoconferencia, y los canales ‘sociales’ de chat seguirán impulsándose para superar el principal reto social: la pérdida de relaciones interpersonales informales de tipo presencial.
Por su parte, los cambios culturales, de mentalidad y actitud conllevarán un mayor bienestar de los empleados y equilibrio entre vida personal y laboral, además de una política de contratación más inclusiva que abarque talentos más diversos y personas con discapacidad.
Ante este nuevo entorno de teletrabajo, Cisco prevé una importante inversión en servicios Cloud de videoconferencia y colaboración y herramientas de productividad para los usuarios. “Las empresas están descubriendo que el trabajo puede realizarse desde cualquier lugar de forma productiva
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