RRHH Digital Si tuviéramos que hacer balance de lo que han sido los cuatro primeros meses del año en cuanto a incidentes de seguridad se refiere, sin duda tenemos que afirmar que los agujeros de seguridad en conocidas aplicaciones y sistemas operativos han marcado la tónica. Java se ha llevado la palma, aunque también Microsoft ha tenido que lanzar bastantes parches para soluciones graves problemas de su navegador y de su sistema operativo. Y Oracle no se ha quedado atrás…
Las vulnerabilidades han sido aprovechadas por colectivos asiáticos para lanzar diferentes ataques contra objetivos occidentales. Los primeros que dieron la voz de alarma fueron algunos de los periódicos más importantes del mundo, como The New York Times, The Washington Post o The Wall Street Journal. Pero no fueron los únicos, también les siguieron tanto Facebook como Twitter, que también denunciaron en febrero de intrusiones en su red. No ha quedado clara la autoría, aunque se apuntaba a coletivos chinos.
Y hablando de vulnerabilidades y redes sociales, Facebook y Twitter también han protagonizado serios incidentes con errores de programación que suponían riesgos contra la privacidad de los usuarios, que sumados a otros problemas derivados de scams y amenazas que utilizan las conocidas plataformas para distribuirse, han supuesto más de un quebradero de cabeza. El supuesto vídeo de Justin Bieber con su novia o el falso sorteo de varios Samsung Galaxy SIII son solo dos ejemplos de cómo la ingeniería social sigue siendo una de las técnicas más lucrativas de los ciberdelincuentes que buscan un alto número de víctimas muy rápidamente.
Hablar de Twitter supone, irremediablemente, hablar de la cantidad de cuentas de marcas muy conocidas que han sido hackeadas, como han sido los casos de las de Burger King y Jeep. Pero sin duda, lo que ha conseguido desplomar al índice bursátil norteamericano Dow Jones ha sido el secuestro de la cuenta de la agencia de noticias Associated Press, que mostró durante unos minutos un tweet que aseguraba que había habido varias explosiones en la Casa Blanca y que Barack Obama había resultado herido. Tweet que fue desmentido solo unos minutos después, pero que fue suficiente para convulsionar un país que venía de sufrir los recientes atentados de Boston.
Aún a pesar del excelente trabajo realizado por los cuerpos policiales deteniendo a algunos miembros que estaban detrás de la trama del “Virus de la Policía“ (aquel que secuestra el ordenador por haber visto pornografía y solicita un rescate para poder acceder a los archivos), durante estos meses hemos visto cómo proliferaban muchas nuevas variantes que utilizando otros argumentos, como la pedofilia, buscaban el mismo fin: el dinero del usuario que, asustado, preferiría pagar a enfrentarse a una supuesta denuncia por sus actividades online.
Igualmente, estos meses hemos visto multitud de robos de datos personales. Quizá los más sonados han sido los cometidos en Estados Unidos: personas tan conocidas como Michelle Obama, Beyoncé, Hillary Clinton, Tom Cruise o Bill Gates, entre otros, vieron cómo varios de sus datos privados eran accesibles a cualquiera que visitara la web preparada a tal efecto. Entre esta información encontramos varios lugares de residencia, números de teléfono e incluso movimientos de sus cuentas bancarias.
Por supuesto, el colectivo hacktivista Anonymous ha seguido haciendo de las suyas durante este tiempo, atacando tanto a objetivos nacionales como internacionales. Todo ello en un contexto en el que el sistema de monedas virtuales Bitcoin volvía a ser vulnerado y en el que se aprovechaban los atentados de Boston para distribuir una red de botnets.
Un cuatrimestre intenso que no hace más que evidenciar que los incidentes en materia de seguridad, lejos de solucionarse, siguen creciendo y evolucionando, y más en tiempos de crisis.
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