ISDI, primera escuela de negocios digital para lideres de todos los sectores que quieran estar a la vanguardia de la nueva era de la Inteligencia Artificial, afirma que no basta con entender qué es la Inteligencia Artificial. La nueva competencia crítica para profesionales, directivos y empresas se llama alfabetización en IA: saber hablar su lenguaje, interpretar sus capacidades y, sobre todo, utilizarla con propósito.
Bajo esa premisa, ISDI celebró el evento “Agentes de IA: The Next Big Thing”, donde reunió a más de 300 líderes del ecosistema digital en su sede de Madrid para analizar el papel de los agentes inteligentes en esta nueva era y cómo está redefiniendo la forma en que se trabaja, la forma de relacionarse y capacidad de la innovación.
El evento contó con una mesa redonda de excepción, protagonizada por líderes del sector como David Hurtado, Innovation Lead de Microsoft; Susana Morillas, Principal Data & AI Architect de Salesforce; Pablo Carlier, Head of Data Analytics & AI Sales Iberia en Google Cloud; Esther Checa, Global Head of Innovation de t2ó One; Néstor Gándara, Principal Partner Gen AI de Amazon Web Services (AWS), y Alfredo Carrión, director del Programa Ejecutivo en IA de ISDI, quienes compartieron sus visiones sobre la nueva era que inaugura la IA generativa en los modelos de negocio.
Lo que se planteó en esta jornada va más allá de la tecnología. Se habló de cómo estamos entrando en una etapa en la que la IA deja de ser abstracta y se convierte en compañera de trabajo, estratega silenciosa y aliada operativa. Y eso exige un nuevo tipo de conocimiento.
El evento giró en torno a un concepto central: la alfabetización en inteligencia artificial. Saber qué es, cómo funciona y cómo aplicarla ya no es exclusivo de tecnólogos. Es, cada vez más, una competencia esencial para cualquier profesional. Y los agentes de IA -modelos entrenados para interactuar, razonar y ejecutar tareas de forma autónoma en diversos niveles- son el vehículo ideal para democratizar su uso y comprensión.
Los agentes de IA representan una evolución respecto a los modelos tradicionales. Según mencionó Alfredo Carrión quien, además, fue el moderador de la mesa redonda, “a diferencia de los enfoques más tradicionales basados en flujos predefinidos, los agentes incorporan toma de decisiones dinámica, contexto acumulado y capacidades de recuperación ante errores o ambigüedades”. Así, ya no se trata solo de hacerle preguntas a un sistema, sino de delegar tareas, fijar objetivos y permitir que la inteligencia artificial actúe con cierta autonomía. “Un agente de IA es esa promesa de una tecnología capaz de interactuar con las herramientas de toda la vida, con cumplir una misión a la que entrenas”, explicó David Hurtado de Microsoft, resaltando el potencial práctico y cercano de esta tecnología.
“La IA es esa tecnología con la que interactuamos con preguntas. El agente es darle forma y cuerpo, cara y voz. Es transformar algo visible en real”, apuntó Susana Morillas de Salesforce, reforzando la idea de que estos agentes son la vía más natural de integrar la IA en nuestro día a día profesional.
De asistentes a “compañeros de trabajo”
Lejos del concepto de robot futurista, los agentes están empezando a asumir tareas repetitivas, facilitar decisiones complejas y optimizar flujos en múltiples industrias. Desde el reclutamiento hasta el análisis financiero, pasando por el soporte técnico o la atención médica personalizada,
la IA ya no solo asiste: actúa. Para Alfredo Carrión, “los agentes son especialmente potentes en tareas abiertas, poco estructuradas o donde la intervención humana no puede anticipar cada paso. Esto, potencialmente, introduce nuevos retos como mayores costes, riesgo de errores acumulativos, gobierno, ética, entre otros, asegurando que su uso beneficia a las personas, empresas y, en definitiva, a la sociedad”.
“Es como tener un compañero de trabajo que entiende el lenguaje natural. Puede hacer tareas por ti, de forma más rápida y eficiente”, explicó Pablo Carlier. “Y con los agentes, puedes incluso estimar cuánto te vas a ahorrar en tareas operativas. No es magia, es automatización con inteligencia”.
Pero la gran transformación no está solo en lo que la IA puede hacer, sino en cómo nos hace repensar nuestro propio papel. La automatización no sustituye, sino que redistribuye el esfuerzo humano hacia tareas de mayor valor. “Un agente de IA supone un cambio de paradigma. Estamos redefiniendo el valor del trabajo. Hay una descarga cognitiva, una liberación mental y técnica que cambia cómo nos enfrentamos a los retos”, reflexionó Esther Checa de t2ó One.
Desde ISDI se insistió en que el reto no es solo tecnológico, sino cultural: cómo formamos a los líderes del presente para entender y aplicar estas herramientas con criterio y responsabilidad.
Uno de los debates más estimulantes fue el de los diferentes niveles de autonomía de los agentes. Modelos capaces de actuar en entornos ambiguos, tomar decisiones basadas en datos y ejecutar estrategias completas sin intervención humana constante.
“Estamos entrando en una fase donde marcamos un objetivo y es el propio agente quien diseña su plan y ejecuta”, explicó Néstor Gandara, Principal Partner Gen AI de AWS. “Es un nivel superior de automatización, más adaptativo y más estratégico”.
Este enfoque requiere una alfabetización profunda en IA por parte de quienes lideran proyectos: no solo para entender cómo funcionan estos sistemas, sino para diseñar entornos en los que la inteligencia humana y la artificial colaboren con fluidez.
ISDI como catalizador del cambio
La jornada fue inaugurada por Basola Vallés, directora general de ISDI, quien subrayó la necesidad urgente de formar a profesionales que puedan navegar este nuevo escenario. “La comunidad ISDI nace para liderar esta etapa con conocimiento, colaboración y acción. Nuestra misión es preparar al talento para entender, aplicar y liderar la revolución de la IA”.
El evento concluyó con networking y las ya icónicas ISDIBeers, en un ambiente que reflejó lo mismo que se vivió en el escenario: una comunidad con hambre de futuro, pero con los pies en la tierra, decidida a entender la tecnología para transformarla en impacto real.