En un sector tecnológico en constante evolución, destacar no depende únicamente del conocimiento técnico. Las habilidades blandas o soft skills se han convertido en un factor clave para los profesionales que buscan adaptarse y prosperar en entornos de cambio acelerado.
Sesame, la startup tecnológica referente en gestión de recursos humanos, ha identificado las diez competencias esenciales que marcarán la diferencia en el mercado laboral tech en 2025.
- Inteligencia emocional. Comprender y gestionar las propias emociones, así como las de los demás, permite fortalecer la comunicación y mantener un ambiente colaborativo, especialmente en situaciones de presión o cambios inesperados.
- Resolución de problemas. Afrontar desafíos con pensamiento analítico y creativo ayuda a encontrar soluciones eficientes en entornos de innovación tecnológica y organizativa.
- Flexibilidad al cambio. La adaptabilidad es clave en un sector en constante transformación. Estar abierto a nuevas herramientas, metodologías y formas de trabajo permite mantenerse relevante y competitivo.
- Gestión del tiempo. Priorizar y organizar tareas de manera eficiente es fundamental en entornos ágiles, asegurando la entrega de proyectos dentro de los plazos establecidos.
- Comunicación efectiva. Transmitir ideas de manera clara y accesible, especialmente al traducir conceptos técnicos para audiencias diversas, facilita la colaboración y mejora la eficiencia de los equipos multidisciplinarios.
- Trabajo en equipo. Colaborar y aprovechar las fortalezas de cada miembro del equipo impulsa la creación de soluciones innovadoras y la consecución de objetivos comunes.
- Capacidad de aprendizaje. El aprendizaje continuo es indispensable en un sector donde la tecnología avanza rápidamente. La curiosidad y la voluntad de actualizarse marcan la diferencia.
- Creatividad. Pensar fuera de lo convencional y generar soluciones innovadoras fomenta la disrupción y el desarrollo de nuevos productos y servicios.
- Pensamiento crítico. Evaluar información de manera objetiva y analítica permite tomar decisiones fundamentadas y acertadas en proyectos tecnológicos.
- Resiliencia. Enfrentar adversidades y aprender de los errores fortalece la capacidad de superar retos y mantener la motivación en un entorno dinámico y desafiante.
“Estas habilidades no solo mejorarán las oportunidades laborales de los profesionales en tecnología, sino que también contribuirán al crecimiento y éxito de las empresas en un mundo digital en constante transformación. Incorporarlas y desarrollarlas será clave para alcanzar el trabajo soñado en 2025”, ha concluido Alba Vilches, chief HR brand & community en Sesame.