Para comenzar un año marcado por el crecimiento de la Inteligencia Artificial (IA), Twilio, líder en customer engagement, celebró una mesa redonda moderada por Alberto Iglesias, director de Disruptores e Innovadores (D+I) de El Español, con la participación de Justo Hidalgo, Director de Inteligencia Artificial en Adigital – la Asociación Española de Economía Digital- , Jorge Alcántara, AI counselor, y representantes de Twilio España, donde se analizaron los avances en IA este año, la importancia de la ética y la seguridad así como el futuro de esta tecnología.
Los ponentes coinciden en que 2023 y el lanzamiento de herramientas de Inteligencia Artificial generativa accesibles al gran público ha sido un momento trascendental para la expansión de la IA. Según Twilio España, «esto ha supuesto un antes y un después que ha hecho que la IA ya se esté implantando en una gran variedad de ámbitos e, incluso, ya podamos ver el retorno obtenido. Muchas empresas han intentado implantar modelos de IA en el pasado, pero estos proyectos se veían ralentizados por los tiempos de montaje y formación en idiomas, mientras que ahora lo que estamos viendo es la democratización de la IA».
Justo Hidalgo señaló que, aunque aún quedan muchos retos por afrontar, la IA es una tecnología que impacta de manera transversal en todos los sectores y ámbitos de nuestra economía, con un potencial enorme para mejorar nuestro tejido productivo, con casos de uso muy relevantes desde hace años, y con el potencial de crecer aún más gracias a la llegada de la IA Generativa. “La IA ya es una realidad en el mercado, que conlleva un gran potencial y negocio».
En este sentido, los expertos destacaron las aplicaciones que la Inteligencia Artificial ya está teniendo en diferentes ámbitos como resultado de la creación de modelos adaptados a las necesidades específicas de cada empresa. Twilio destacó la capacidad de la IA para resolver la desconexión entre marca y cliente en términos de experiencia de consumo, tal y como señaló Jorge Alcántara: «Tener la información de lo que la gente quiere nos permite mejorar el producto en función de las necesidades y el feedback de los clientes. Hoy, una empresa que no tiene datos está ciega, y si no tiene IA, también está manca».
Por otro lado, en medio de un panorama en constante evolución, los expertos subrayan la necesidad de abordar éticamente la protección de datos y el uso de la inteligencia artificial. Jorge Alcántara subraya que «es un gran problema» y apunta a la necesidad de una regulación que guíe a las empresas en su cumplimiento. También subraya que las empresas deben asumir un compromiso ético ya que «la regulación va a ser más lenta que los avances tecnológicos».
Por último, desde Twilio España, reafirman el compromiso de la compañía con la transparencia y el cumplimiento normativo, destacando la creación de «AI nutrition labels» para aumentar la transparencia de los modelos utilizados. De igual forma, Adigital destacó uno de sus proyectos más ambiciosos en este ámbito, el Certificado de Transparencia Algorítmica de Sistemas de Inteligencia Artificial, que proporciona una solución de IA responsable a las empresas.
Por último, los ponentes compartieron su visión sobre el futuro de la inteligencia artificial. Justo Hidalgo planteó tres posibles escenarios: la aparición de agentes inteligentes que faciliten las tareas cotidianas, la necesidad de cuestionar si la tecnología está realmente aprendiendo, y la sostenibilidad de los modelos de IA en términos de costes y recursos.
Por otro lado, Jorge Alcántara también ve una apuesta por tecnologías más pequeñas y accesibles que puedan garantizar la seguridad y utilizarse en dispositivos cotidianos como teléfonos y ordenadores. Además, prevé la aplicación de modelos de IA en diversos sectores, desde la sanidad a la ofimática, y advierte de que las empresas que no inviertan en IA podrían desaparecer.
Desde Twilio, sugieren que la personalización será clave en la IA, permitiendo un servicio al cliente más eficiente y rentable. También apuntan a la necesidad de limitar la fatiga digital en los consumidores debido a la sobrecarga de contenidos, hasta el punto de que las marcas seleccionen cuidadosamente los contenidos que publican en las redes sociales.