La Inteligencia Artificial ya está presente en la agenda de las empresas. El 95% de los directivos encuestados por Kaspersky en nuestro país estudia cómo maximizar el valor de esta tecnología y un 69% es consciente de que necesita entender cómo funciona y saber dónde van los datos cuando se utilizan este tipo de sistemas.
Sin embargo, hay algunos motivos que frenan la adopción de estas tecnologías: el precio, el incierto retorno de la inversión (ROI) y la necesidad de mejorar la capacitación de los equipos son los más recurrentes. La GenIA resulta sin embargo muy atractiva para los altos ejecutivos que buscan afrontar desafíos comerciales críticos. El informe de Kaspersky muestra que, a pesar de estar preocupados por el uso de información confidencial, la mitad de los ejecutivos encuestados planea automatizar tareas diarias de los empleados. De hecho, un 43% estudia integrarlo en sus propias rutinas.
La preocupación por cubrir roles no capacitados en determinadas áreas está impulsando la GenIA para mejorar habilidades y empoderar a los empleados. Los altos directivos de España creen que los departamentos de TI (18%), el área de marketing (18%) y administración (29%) están mejorando la productividad a través de esta tecnología.
Otros líderes empresariales mostraron escepticismo en torno a esta tecnología y su futuro. Poco menos de la mitad (44%) estableció paralelismos con tecnologías de corta duración, como Threads, de Meta. Consideran que la GenIA es otra moda pasajera.
“Si bien nuestra investigación revela que muchos altos ejecutivos están preocupados por los riesgos de la IA, las medidas que están tomando no reflejan esta preocupación. La brecha entre implementación y comprensión de la tecnología es el mayor riesgo para las empresas. Estos sistemas ofrecen una forma sencilla de realizar en cuestión de minutos tareas que requieren muchos recursos, habilidades y experiencia. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los equipos usan inocentemente estas herramientas para mejorar la productividad, pero una vez que los datos son introducidos en una herramienta de GenIA, pueden ser explotados más allá de la empresa, comprometiendo la seguridad corporativa, tal y como vimos cuando BYOD se convirtió en tendencia hace una década. Una vez se abre la caja de Pandora, es difícil cerrarla, y nada será capaz de restaurar la propiedad intelectual”, asegura David Emm, analista principal de Seguridad de Kaspersky.
Así, otro aspecto a tener en cuenta respecto al uso de la Inteligencia Artificial en el ámbito laboral es la privacidad de los datos empresariales. De hecho, el 25% de quienes usan Chat GPT en el trabajo no sabe lo que pasa con los datos que introduce en la herramienta, según otro estudio elaborado por Kaspersky entre los usuarios empresariales de GenIA de nuestro país.
En este sentido, la concienciación y regulación por parte de las empresas se vuelve crucial para mantener segura la información, pero el 45,5% de las organizaciones no tiene ninguna normativa interna relativa al uso de Chat GPT, según los empleados encuestados. Por su parte, un 19% afirma que sí hay normas, pero no suficientemente claras; un 7% señala que las normas son claras, pero no se cumplen; y solo en un 27% son claras y, además, se cumplen.
“Si existe el deseo de delegar actividades y funciones críticas a los sistemas de GenIA, es fundamental que la alta dirección comprenda cómo afecta a los procesos de gestión de los datos, incluida la información que se puede y no se puede usar. La GenIA aporta claros beneficios empresariales, pero es importante contar con expertos en ciberseguridad que establezcan un entorno en el que esta tecnología pueda utilizarse de forma segura y productiva”, concluye Emm.