La filtración de datos se ha convertido en una amenaza creciente para empresas de todos los tamaños y sectores. La vulnerabilidad de los sistemas digitales y la sofisticación de los ciberataques han dejado claro que ninguna organización está exenta de riesgos. Ante este panorama, las empresas deben estar alerta y tomar medidas proactivas para salvaguardar la integridad de la información que manejan.
Según un estudio reciente llevado a cabo por Surfshark, se ha detectado un aumento en las violaciones de datos a nivel global durante la primera mitad de 2023. Los resultados indican que más de 110 millones de cuentas han sido afectadas, y España aparece como uno de los países más damnificados por esta creciente amenaza. Concretamente, en el segundo trimestre del 2023, España ha alcanzado la tercera posición en el ranking de países más perjudicados, situándose únicamente por debajo de Rusia y Estados Unidos, que registran un número aún más elevado de casos.
Existe una necesidad de intensificar las medidas de seguridad y concienciación tanto a nivel gubernamental como empresarial para contrarrestar la creciente amenaza de las violaciones de datos y proteger la información confidencial de individuos y organizaciones. Por ello, EQS Group quiere resaltar las 4 principales consecuencias a las que se expone una empresa que experimenta una fuga de datos:
- Daño a la reputación: La confianza del público es un activo incalculable, y una filtración de datos puede dañarla rápidamente. Las empresas que no protegen adecuadamente la información de sus clientes pueden sufrir una pérdida significativa de confianza, lo que afecta directamente su reputación y su relación con clientes y socios comerciales. De hecho, un impacto significativo en la reputación de la empresa perdura a lo largo del tiempo. Para evitar o amortiguar las crisis reputacionales, las empresas deben estar preparadas incluyendo un plan detallado por si se da la situación y deben tener identificados cuales son los puntos débiles de la empresa para poder reforzarlos.
- Impacto financiero: Los costes asociados con la gestión de una fuga de datos son considerables. Desde la implementación de medidas correctivas hasta posibles demandas legales, las empresas se enfrentan a una carga financiera considerable si llegan a enfrentarse a esta situación. De acuerdo a datos de IBM, el coste medio mundial de una vulneración de datos en 2023 fue de 4,45 millones de USD, lo que supone un aumento del 15% en 3 años. Además de la pérdida de ingresos asociada a la posible pérdida de confianza por parte del consumidor.
- Sanciones regulatorias: En muchos países, la protección de datos está regulada por estrictas leyes y normativas. Una fuga de datos puede desembocar en sanciones significativas por incumplimiento de estas regulaciones, lo que agrega un componente legal a las consecuencias a las que se enfrentan las empresas. En España las empresas se rigen por la Ley Orgánica de Protección de Datos, una normativa que establece la responsabilidad de todas las empresas y autónomos que participan en el procesamiento de datos personales de sus clientes y consumidores. Las sanciones por incumplir esta ley, en casos graves, pueden llegar a los 20 millones de euros.
- Riesgos de seguridad: La exposición de información confidencial puede tener repercusiones directas en la seguridad de las operaciones empresariales, presentes y futuras. Desde la pérdida de propiedad intelectual hasta la interrupción de procesos comerciales, las empresas pueden enfrentarse a riesgos significativos para su seguridad operativa. Por ello, los trabajadores deben ser formados, conocer y tomar responsabilidades en cuanto a la seguridad de su compañía se refiere.
Ante este panorama, es imperativo que las empresas implementen medidas proactivas para prevenir filtraciones de datos. Esto incluye la adopción de tecnologías avanzadas de seguridad, la capacitación continua del personal en prácticas seguras y la evaluación regular de la postura de seguridad de la empresa, así como garantizar que los proveedores externos que se contratan cumplen con los más altos estándares de seguridad.
Filtraciones de datos en nuestro país
En nuestro país hemos experimentado varios casos de fuga de datos a través de ciberataques. Entre los casos destacados está el de la Agencia Tributaria a principios de año, el del Hospital Clínic de Barcelona, en el que sustrajeron datos sanitarios de pacientes, resultados identificativos, ensayos clínicos e información personal de los profesionales, entre otras informaciones. Más recientemente, la aerolínea Air Europa tuvo que pedir a sus clientes que cancelaran el número de tarjetas, sus fechas de caducidad y el CVV por un ciberataque.
“La prevención es la clave para mitigar los riesgos asociados con la filtración de datos. Las empresas deben considerar la seguridad de la información como una inversión estratégica que no solo protege sus activos digitales, sino que también preserva la confianza y la lealtad de sus clientes”, explica Murray Grainger, Country Manager de EQS Group en España y Portugal. “En EQS Group estamos comprometidos con los más altos estándares de seguridad de la información para garantizar que la información sensible de nuestros clientes está a salvo”.