Ante las dificultades para encontrar profesionales IT y el rápido crecimiento del sector, las empresas apuestan por formaciones especializadas para sus equipos con bootcamps (formaciones intensivas y con un alto carácter práctico).
El sector de la programación sigue sin conseguir cubrir todos los puestos de trabajo que oferta. La Asociación de Empresas Tecnológicas DigitalEs habla de 120.400 vacantes por falta de personal cualificado y un estudio de ManpowerGroup indica que el 84% de las empresas tienen problemas para incorporar el talento tecnológico que precisan. Según KPMG este porcentaje sería del 75% y subiría hasta el 93% cuando hablamos de compañías del sector tecnológico
La mayoría de los puestos que se demandan son para cubrir el puesto de Full Stack Developer. Esta posición, que requiere de habilidades Front End y Back End es, según Infojobs, el décimo puesto más demandado en su portal de ofertas. Sin embargo, la evolución del sector lleva años demandando también puestos más especializados, como ciberseguridad o inteligencia artificial. ObservaCiber estima que España necesitará más de 83.000 expertos en ciberseguridad para 2024.
Esta situación ha generado que durante los últimos años las empresas hayan ofrecido a su equipo de tecnología barra libre de cursos formativos en plataformas online o de cursos específicos para una tecnología donde el empleado se forma libremente. Esta estrategia ha resultado útil para problemas concretos y sigue siendo una opción formativa muy valorada por los equipos humanos de las empresas. Sin embargo, las empresas exponen que necesitan profesionales con una mayor base técnica para cubrir los puestos que no logran encontrar en el mercado laboral.
Ante esta situación, han decidido formar a sus empleados IT con cursos más avanzados para cubrir las vacantes. Esta estrategia ha estado más presente en otras profesiones (como dirección de empresas, finanzas, etc.), donde ha sido habitual que las empresas pagasen la formación a sus empleados con másteres (impartidos habitualmente los viernes y sábados) en escuelas de negocio.
Precisamente, desde PFS confirman esta tendencia. «La implantación de esta estrategia de formación ha aportado múltiples beneficios y eficiencias en los procesos de incorporación de personas a la compañía».
Los beneficios que destacan las empresas que han implantado esta estrategia formativa son: la rápida implantación del trabajador para ejecutar las nuevas tareas (el proceso de onboarding desaparece), pasar de procesos de selección complejos y dilatados en el tiempo a una política proactiva del equipo de Recursos Humanos, mayor satisfacción de los empleados que ven recompensada su trayectoria dentro de la compañía, menor rotación de equipos y salarios adaptados a las tareas en la empresa.
Otro de los motivos por lo que se apuesta por estas formaciones se encuentra en la necesidad de implantar procesos basados en Inteligencia Artificial, que seguramente haya sido el mayor paradigma de los últimos años y ha pillado a España con falta de profesionales. Este es otro de los motivos que las empresas mencionan a la hora de apostar por bootcamps de esta índole, ya que el trabajador adquiere una base sólida y completa para desempeñar el puesto de trabajo.
La empresa GeeksHubs, especializada en este tipo de formaciones explica que comenzaron ofreciendo formación Full Stack Developer para que gente sin conocimientos en programación encontrasen trabajo en el año 2012. “Desde Seat:Code nos propusieron el reto de formar a sus operarios de producción y conseguimos que cinco dejasen de ensamblar coches y pasaran al equipo de programación” explica Chaume Sánchez, CEO de GeeksHubs. A partir de entonces, GeeksHubs continuó con estas formaciones y posteriormente incorporó bootcamps de especialización. “En 2022 comenzamos a ver esta tendencia y en 2023 podemos confirmar que las empresas apuestan por la modalidad bootcamps para cubrir sus procesos de selección de forma interna con formación”.
Entre sus clientes destaca la multinacional New Work. Montse Olivan, HR& Office Director Spain, expone que «El poder ofrecer a los equipos una formación específica tecnológica con un programa adaptado a nuestras necesidades reales es una inversión estratégica, beneficiando no solo a la empresa, para ser capaces de adaptarnos a nuevos desafíos en un entorno cambiante sino también a nuestra plantilla, poniendo el valor en el crecimiento y desarrollo de nuestro talento».