La forma en la que la Inteligencia Artificial (IA) ha revolucionado todos y cada uno de los sectores laborales ha despertado el miedo de muchos profesionales por la posibilidad de que esta tecnología sustituya su trabajo, como es el caso de los programadores. Bien es cierto que el impacto y la presencia de la IA en el futuro es innegable: según un estudio llevado a cabo por Digital Enterprise Show, se prevé que de cara al 2025 el 10% de los datos producidos y el 30% de los mensajes de marketing de las principales marcas se generarán gracias a IA. Además, el mismo estudio asegura un impacto en las empresas, o al menos así lo creen los líderes de estas. Concretamente, el 98% cree que la IA transformará las estrategias de las organizaciones. Sin embargo, ¿existe un peligro real de que desaparezca la profesión del programador?
La IA es una herramienta muy útil para los programadores. Una encuesta llevada a cabo por Stack Overflow revela que el 70% de los programadores encuestados están usando o planeando usar herramientas de IA este año. Pero, esto no implica que este recurso vaya a sustituir la figura del programador. Tal y como afirma Andrea Carballo, Project Manager de Deusto Formación, “estas tecnologías tienen el potencial para transformar la profesión del programador, pero no para sustituirla. De hecho, valores intrínsecos humanos como el diseño de soluciones creativas o la comunicación y colaboración seguirán siendo fundamentales e insustituibles”.
Leticia García, Project Manager de Tokio School, centro de formación digital tecnológico, afirma que “ante este miedo de los programadores de ser sustituidos, es necesario recordarles que su profesión es una de las más demandadas hoy en día y con más perspectiva de crecimiento en el futuro”. Así lo aclaran los datos: según la Oficina de Estadísticas Laborales, se prevé que la demanda de profesiones como la de los desarrolladores de software crezca un 22% para el 2030.
Según Leticia García, “este auge de la profesión será posible también gracias a las prestaciones de la IA y sus posibilidades resolutivas. Sin embargo, el experto en programación seguirá siendo imprescindible por las siguientes razones”:
- Valor y ética: si bien la IA es capaz de automatizar muchos procesos, aspectos como la ética todavía no se pueden replicar. Por esta razón, es necesaria la figura de un programador humano que sea responsable de tomar decisiones con una perspectiva social y legal y con propósitos beneficiosos para la sociedad.
- Creatividad y diseño: más allá de simplemente escribir código, la programación también requiere de un componente creativo y resolutivo para dar respuesta a problemas complejos, concebir nuevas ideas y aportar enfoques innovadores, por lo que la tarea del programador no puede ser sustituida.
- Interpretación y adaptación de resultados: aprender tareas y adaptarse a nuevas herramientas es algo que los humanos pueden realizar con más facilidad que una IA. Interpretar los resultados, aplicarlos de manera efectiva y amoldarse a nuevas tecnologías son algunos de los trabajos que son posibles gracias al ser humano.
En un momento en el que la demanda de estos perfiles es tan alta y la necesidad de seres humanos que sepan cómo sacar provecho de la IA es fundamental, “apostar por una formación tecnológica es garantía de éxito profesional y personal”, afirma Andrea Carballo. A día de hoy, existen muchos centros que ofrecen formaciones tecnológicas perfectas para aquellos que quieran dedicarse al mundo de la programación, como es el caso de Tokio School, que ofrece numerosos másteres y cursos de programación o bien Deusto Formación, que también pone a la disposición de aquellos que deseen formarse en tecnología un conjunto de cursos de programación y tecnología.