En los últimos años la IA generativa se ha convertido en un aliado de gran valor para aumentar la productividad laboral, siendo España uno de los líderes en su adopción dentro del entorno profesional. BCG X, unidad de desarrollo y diseño tecnológico de Boston Consulting Group (BCG), entrevistó a casi 13.000 directivos y empleados en 18 países para entender cómo se sienten respecto a la revolución de la Inteligencia Artificial y cómo les ha afectado en su trabajo.
Los expertos globales de BCG X Steven Mills (Director General y Socio de la Oficina de Ética), Nicolas de Bellefonds (Director General, Socio Principal y Líder Global de IA) y Vinciane Beauchene (Director General, Socio y Líder Global de Talento y Habilidades), han analizado las diferentes dudas y conclusiones sobre el uso de la IA generativa de forma responsable en base a los datos del informe.
El optimismo crece y la preocupación disminuye
Los entrevistados hoy son más optimistas que hace 5 años, sintiendo que la IA les ahorrará tiempo y promoverá la innovación en sus puestos de trabajo. A medida que los profesionales utilizan de forma más regular la tecnología, teniendo en cuenta que el 46% declara haber experimentado con Inteligencia Artificial generativa al menos una vez. Sin embargo, existe una brecha entre el uso de la IA entre los directivos y sus empleados, ya que, de todos los encuestados, solo un 29% de empleados de primera línea considera que sus organizaciones han implementado medidas adecuadas para garantizar que la IA se use de forma responsable.
«La mayor sorpresa fue conocer la diferencia entre líderes y empleados. Es muy importante que las organizaciones entiendan la disparidad que existe entre ambos niveles y la aborden de inmediato» asegura Steve Mills.
Es esencial anticipar el cambio para estar preparados
A parte de las medidas para asegurar el uso responsable de la IA en las empresas, es necesario invertir en el upskilling de la plantilla para preparar y adaptarse a los cambios que trae la tecnología. Un 86% piensa que necesitará formación para poder afrontar el cambio que la Inteligencia Artificial va a suponer en su puesto de trabajo. Sobre esto, Vinciane Beauchene cree que «el desafío está en anticipar la evolución laboral, entender las habilidades de tus empleados y cómo será necesario formarles para adaptarse al cambio».
Priorizar la construcción de un programa de IA responsable
Por último, las empresas deben asegurarse que su programa tiene resultados de beneficio para sus empleados, para sus consumidores y para la sociedad en general, de tal manera que su desarrollo de Inteligencia Artificial sea una fuerza de trabajo positiva. Además, los empleados buscan una garantía de que sus organizaciones utilizan la IA de forma ética y de que los directores trabajen para ayudar a formar las regulaciones emergentes.
La aceptación de la IA está directamente relacionada con que los trabajadores entiendan cómo esta tecnología puede mejorar su rendimiento laboral y no remplazarles, permitiéndoles así aportar más valor a la empresa de la que forman parte.
«Los espacios de trabajo en las organizaciones deben asegurar la experimentación responsable. Cuanto más regular sea el uso de la IA generativa, los profesionales reconocerán de manera más clara sus beneficios, al igual que sus limitaciones y riesgos» declara Nicolas de Bellefonds.