El talento tecnológico continúa asentándose como uno de los activos más valiosos para las compañías en plena carrera por la transformación digital. En un contexto laboral en el que los perfiles especializados en ciberseguridad encabezan las listas de los más demandados, las mujeres ocuparon el 25 % de los puestos de ciberseguridad a nivel mundial en 2022, frente al 20% en 2019 y alrededor del 10% en 2013.
Estas cifras se traducen en un aumento de la presencia de la mujer en el sector ciberseguridad del 150% en los últimos 10 años. Aunque todavía queda mucho camino por recorrer, la evolución del sector muestra unas cifras de crecimiento que abren paso al optimismo y que predicen que las mujeres representarán el 30% de la mano de obra mundial de ciberseguridad en 2025, y que alcanzarán el 35% en 2031*.
La ciberseguridad, entre los puestos más demandados
En la actualidad, los perfiles tecnológicos -ingeniería de sistemas en la nube, DevOps engineer, ingeniería de software- ocupan buena parte de los 25 empleos con mayor crecimiento en España en los últimos cinco**. En todos ellos la presencia de las mujeres es muy reducida y los perfiles del ámbito de la ciberseguridad no representan una excepción.
Entre los empleos llamados a definir el futuro del mundo laboral, encontramos el de analista en ciberseguridad con un porcentaje de contratación de mujeres de apenas el 14%. Situación todavía más complicada tienen las mujeres en un perfil como es el de ingeniería de ciberseguridad, cuyo porcentaje de contratación es de tan solo el 7%. «En nuestro caso, entre el 30% y el 33% de la plantilla de TEHTRIS son mujeres, en todos los equipos y a todos los niveles de la organización. Ha sido así desde nuestra fundación y estamos convencidos de que esta filosofía desempeña un papel muy positivo en los procesos contratación, porque las candidatas saben que pertenecerán a equipos «mixtos» y serán consideradas iguales”, comenta Éléna Poincet, CEO y cofundadora de TEHTRIS, líder mundial en la neutralización automática de ciberataques, en tiempo real y sin intervención humana.
En lo que respecta a los puestos más altos, el llamado techo de cristal continúa siendo una realidad para las mujeres. En concreto, las mujeres sólo ocupaban 85 de los 500 puestos de director de Seguridad de la Información (CISO) en las empresas Fortune 500*, lo que representa el 17% de los puestos de disponibles.
Las primeras etapas formativas son clave para reducir la brecha
Aunque la ciberseguridad se trata de un campo todavía muy masculinizado, ya que más del 50% de las mujeres cree que siguen sin recibir el mismo trato que los hombres en el sector, cada vez se incorporan más expertas que pueden apoyar a otras mujeres, sobre todo al principio de su andadura profesional. El informe ‘Women in IT and Cybersecurity’ ha concluido que la principal barrera para trabajar en TI y ciberseguridad desde la perspectiva de las mujeres continúa siendo la percepción propia de que su formación es inadecuada, así como la falta de fe en sus propias capacidades***.
Sin embargo, también apunta que más de dos tercios de las mujeres relacionadas con las TI ven la ciberseguridad como una especialización atractiva, y más de la mitad de las estudiantes están interesadas en esta carrera. Además, el sentimiento general de las profesionales en activo es muy positivo: el 92% de las mujeres están satisfechas con su trabajo en ciberseguridad y afirman que volverían a elegir el mismo camino si tuvieran la oportunidad.
“La ciberseguridad es una de las carreras más atractivas del momento por las grandes oportunidades de desarrollo y esto es algo que no debería pasar desapercibido para las mujeres. La mejor manera de convencer a las mujeres para que se inicien en la ciberseguridad y de eliminar los estereotipos de género es tener como referentes a las mujeres con una formación y unas capacidades excepcionales que ya están activas en el sector, así como seguir poniendo en valor los niveles salariales, la seguridad, la estabilidad laboral y el carácter innovador de nuestro sector”, concluye Poincet.