Cada uno de nosotros posee una única identidad física. Sin embargo, en el mundo digital no ocurre lo mismo. A lo largo de nuestra vida en internet, nos creamos perfiles en distintas redes sociales, nos registramos en múltiples plataformas para estudiar o trabajar y cedemos nuestros datos a un gran número de páginas web para realizar cualquier trámite. Es tanta la información que dejamos en el camino digital, que es difícil borrar nuestra huella online, pues se encuentra fragmentada en distintas bases de datos que se convierten en puntos de identidad que no se conectan.
Desde VU, compañía de ciberseguridad especializada en la protección de la identidad y la prevención del fraude con más de 350 millones de usuarios en todo el mundo, recalcan la importancia de que podamos decidir quiénes acceden a nuestros datos, e incluso cuándo y cómo. En otras palabras, es imprescindible proteger cada una de las acciones que realizamos dentro de Internet o lo que se conoce como Online Persona, es decir, todas estas identidades y el comportamiento particular que tenemos en el mundo digital. “Para ello, es importante abordar el futuro desde una perspectiva dinámica, apostando por implantar mecanismos de identificación descentralizados y autogestionados”, comenta Néstor Serravalle, CSO & VP Europe.
Según un estudio de IDC Research España, un 76% de las compañías del sector financiero español está dando mucha importancia a la gestión de la identidad digital. Este informe confirma que la evolución de la identidad digital de los clientes es una realidad y que las empresas se preocupan por saber con quién interactúan. Además, el estudio revela que el reconocimiento biométrico se está extendiendo como práctica entre las instituciones financieras. De hecho, un 65% de los encuestados lo considera la solución preferida por los clientes y un 70% lo enmarca como el método más seguro. Además, España es el país de la Unión Europea que más víctimas de robo de identidad ha registrado, según cifras de la oficina Europea de Estadística (Eurostat). Es imprescindible, por tanto, ser consciente de la gran importancia que supone contar con recursos que garanticen una experiencia digital más segura, tanto para empresas como para usuarios.
Desde VU, ofrecen su solución (C)IAM (Customer Identity & Access Management) para que las organizaciones puedan contar con una estrategia integral de identidad digital unificada. Esta herramienta tiene la capacidad de orquestar la validación de identidad, prueba de vida, registro, autenticación de usuarios y detección de fraude en tiempo real. Así, permite gestionar el ciclo de vida digital completo de los usuarios internos y externos a través del control del onboarding, la validación biométrica y la prueba de vida, la comprobación de los factores de autenticación y la habilitación de los accesos. Gracias a esta consolidación y unificación de las identidades, ligada a la gestión de los permisos que da el usuario para el uso de su información personal, se integran todos los controles en un único sistema. Esta evolución permite pasar a un paradigma de autenticación más holístico, que otorga a los beneficiarios la posibilidad ser dueños de sus datos personales, logrando un mayor nivel de libertad e independencia en el mundo digital.
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