IQS Executive Education ha organizado el Webinar “Tecnología, ¿humaniza o deshumaniza?”, con el objetivo de analizar los límites de la tecnología y su relación con la humanidad. La masterclass fue impartida por el ingeniero y coordinador del área de I&D de IQS Executive Education, Marc Rafat Casafont.
En un viaje temporal que ha analizado los conceptos de humanidad y tecnología, el webinar ha incidido especialmente en las revoluciones tecnológicas y cómo los avances tecnológicos han coexistido con la humanidad. Desde los inicios de nuestra historia, humanos y tecnología han formado un binomio inseparable forjando nuestra manera de ser y de relacionarnos con el mundo, siendo la tecnología un elemento indispensable para definirnos como especie. Pero la tecnología en sí, jamás nos ha humanizado ni deshumanizado, siendo solamente una herramienta para expresar nuestra manera de ser. Actualmente vivimos la cuarta revolución industrial, inundados por el exceso de información y la hiperestimulación que nos brinda el mundo digital, donde a pesar del aumento en la cantidad de nuestras conexiones, la calidad de nuestras relaciones como humanos ha bajando drásticamente. Conectamos con mucha gente, pero sin vínculos ni tiempo de calidad. El mensaje para Rafat está claro, la inteligencia artificial está llamada a ser la tecnología que puede volver a humanizar nuestras relaciones como humanos.
La tecnología como elemento diferenciador
Así como la tecnología es una herramienta que contribuye a mejorar nuestras vidas, también es un elemento diferenciador y de desequilibrio, que genera cada vez más dependencia e impacto, tanto en el tejido social y económico como en el futuro del planeta.
Estamos inmersos en la llamada cuarta revolución industrial donde los avances generados por la innovación y la tecnología tienen una velocidad sin precedentes y han transformado la forma en que nos relacionamos. Con el creciente desarrollo de la tecnología inteligente, como por ejemplo los Chatbots, o las recomendaciones automáticas de contenidos, la sociedad está más desconectada que nunca. Y es que en la era de la información y la conectividad, las relaciones entre personas han cambiado para siempre. Fruto de la hiperestimulación, nuestros cerebros sufren una constante sensación de falta de tiempo, así como la necesidad de saciar nuestra ansiedad con nuevos y estimulantes inputs. La incapacidad para concentrarnos y estar presentes afirma Marc Rafat, deriva en vínculos más superficiales y relaciones de menor calidad tanto a nivel personal como a nivel profesional.
La inteligencia artificial está llamada a ser la herramienta del cambio. Siendo una espada de doble filo con capacidad de aislarnos completamente de la sociedad, tiene el potencial de re humanizar nuestras relaciones ayudándonos a dar sentido a este exceso de información en el que nos estamos ahogando. Con la IA podemos reducir el tiempo que dedicamos a la tecnología acelerando o eliminando tareas sin valor añadido, aumentando a su vez nuestra capacidad como humanos, y dejando más tiempo libre para nuestras relaciones como humanos. En medicina, por ejemplo, la IA ayudará a los doctores a pasar menos tiempo delante del ordenador y más tiempo hablando con el paciente. La tecnología ni humaniza ni deshumaniza, pero la podemos usar para rehumanizar nuestra sociedad.
Los comentarios están cerrados.