Aruba, una compañía de Hewlett Packard Enterprise, ha desarrollado una Guía para ayudar a las empresas a definir un plan de continuidad de negocio seguro con soluciones para garantizar el derecho a la desconexión digital de los empleados y el control del registro de su jornada laboral.
La necesidad que ha llevado a las empresas a implatar un modelo de teletrabajo como consecuencia de la pandemia, está revitalizando la conversación en torno al derecho a la desconexión digital y el control del registro de la jornada laboral.
El trabajo en remoto es una modalidad que puede provocar un incremento de las horas que los trabajadores dedican al desempeño de sus quehaceres profesionales. En el entorno del hogar la línea entre lo profesional y lo personal puede llegar a diluirse a tal punto que el derecho a la desconexión de los trabajadores llegue a tensionarse.
La práctica del teletrabajo en nuestro país está por debajo de los niveles de la Unión Europea; según Eurostat, solo el 7,5% de los empleados españoles realiza su jornada laboral de forma telemática, mientras que la media de la Unión Europea es del 13,5%. En paralelo, y según revela un informe reciente del Banco de España, el 30,6% de los españoles podría trabajar desde su hogar. Esta proporción se multiplica por dos y alcanza el 60% cuando se refiere a ocupaciones consideradas como cualificadas.
Dichas cifras revelan que el potencial del teletrabajo es algo que en nuestro país ha sido prácticamente residual, pero que en los dos últimos meses ha tomado un fuerte impulso. Por eso, y ante la proliferación de este modelo de trabajo, es clave que las compañías tengan muy claro cuál es la solución de teletrabajo que mejor se adapta a su negocio. Antes de su adopción, las empresas han de evaluar ventajas y desventajas, recomendaciones de uso, o qué soluciones deben instalar para orquestar políticas de seguridad que concilien el desempeño del trabajo con el derecho a la desconexión digital y el control horario de la jornada.
¿Cómo garantizar que los empleados no trabajan más de lo estipulado?
El derecho a la desconexión digital es el derecho que los trabajadores tienen a no conectarse a ningún dispositivo digital de carácter puramente profesional durante sus períodos de descanso y sus vacaciones. Abarca desde el mismo momento en el que el trabajador finaliza su jornada laboral hasta que vuelve a iniciar la siguiente. Para ayudar a las empresas a cumplir con ese derecho, Aruba propone soluciones avanzadas de conectividad remota, con herramientas que permiten la conciliación de este derecho y que incluyen, entre otras, las siguientes funcionalidades para:
- Definir el horario en el que la red WiFi corporativa va a estar disponible para que los dispositivos corporativos se conecten al punto de acceso corporativo y se disponga de conectividad con los servicios internos. Fuera del horario definido, la WiFi corporativa no estará disponible y, por tanto, se va a poder asegurar que el empleado no va a estar conectado.
- Envío periódico de avisos con diferentes mensajes para que los empleados sean conscientes del tiempo que llevan trabajando o de la hora del día que es, y de esta forma asegurar que son ellos los que deciden como distribuir su tiempo de trabajo durante el día y asegurar que disponen de mayor flexibilidad horaria con el teletrabajo.
El registro de la jornada laboral es una obligación de las empresas para tener un control efectivo del número de horas que realizan sus empleados. Este debe ser «fehaciente»; es decir, los datos almacenados deben corresponderse con las horas trabajadas y debe registrar la hora de entrada y la hora de salida. La solución de Oficina en Casa de Aruba permite generar un registro de cuando el empleado empieza a trabajar y cuando acaba, ya que se dispone de la información de cuando se han conectado los dispositivos corporativos a la red inalámbrica corporativa y cuando se han desconectado.
Cinco pilares para implementar un plan de continuidad de negocio
Además de asegurar el cumplimiento de la desconexión digital y el registro horario, las organizaciones deben garantizar una solución de teletrabajo que cumpla los siguientes requerimientos:
- Experiencia de uso consistente para los trabajadores. La solución tecnológica que se implante debe permitir que el trabajador realice su actividad con cambios mínimos -idealmente ninguno- en la forma en la que utiliza sus dispositivos, en el modo en que acceden a las aplicaciones corporativas, o en el rendimiento de la conectividad, y ha de incluir opciones para limitar las horas de trabajo con el fin de asegurar su derecho a la desconexión digital.
- Garantizar la seguridad en el puesto de trabajo en remoto. El acceso a los recursos de la organización desde localizaciones externas a través de redes potencialmente inseguras, donde no es posible extender los mecanismos de protección disponibles en los edificios gestionados por la organización, incrementa la exposición a posibles ataques. Un atacante podría diseñar un malware para infectar los dispositivos, permaneciendo latente a la espera de que esos dispositivos se volviesen a conectar dentro de un edificio corporativo para explotar el ataque.
- Flexibilidad, adaptabilidad y protección de la inversión. Las estrategias de puesto de trabajo difieren entre organizaciones y además pueden evolucionar en el tiempo. Aspectos como la tipología de los dispositivos utilizados o la tecnología preferente de conexión, así como la preferencia por entornos de escritorio virtualizados frente a escritorios tradicionales ejecutándose en el propio dispositivo, no deben condicionar la elección de la solución de teletrabajo. Esta debe poder soportar cualquier casuística de puesto de trabajo.
- Implementación Fácil. Dotar de una solución de teletrabajo a un gran número de personas, requiere coordinar la instalación de equipamiento en sus domicilios, lo que pone de relieve la importancia de que esta implementación se pueda hacer de forma centralizada y lo más automatizada posible, para que el proceso sea ágil y se evite la necesidad de desplazar personal técnico a los domicilios de los trabajadores.
- Gestión Integrada. Es necesario disponer de herramientas de gestión avanzadas que, por un lado, permitan extender a la localización remota las mismas políticas de red y seguridad que se implementan en el entorno corporativo y, por otra parte, puedan proporcionar visibilidad de la experiencia de uso de cada trabajador y cuenten con capacidades de diagnóstico rápido y resolución remota de problemas.
Pedro Martinez Busto, responsable de desarrollo de negocio en Aruba, una compañía de Hewlett Packard Enterprise, destaca; “El hecho de que de forma masiva los trabajadores se vean limitados para acceder a los recursos de la organización al no poder desplazarse a su puesto de trabajo, es algo totalmente novedoso para lo que una gran mayoría de organizaciones no están preparadas y que les ha obligado a adoptar planes de contingencia para intentar mantener en la medida de lo posible la continuidad de su negocio”. Martinez añade: “Pero es esencial cuidar del que es -sin duda- el mayor capital de las empresas: sus trabajadores. Desde Aruba ofrecemos soluciones específicas para conciliar las necesidades de las empresas, en términos de continuidad del negocio, con la garantía del cumplimiento y aplicación de los derechos de los trabajadores”.
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