La inteligencia artificial y el machine learning son sistemas que a través de la creación de algoritmos y dispositivos han ido ganando cada vez más terreno en la vida diaria. Uno de los usos más popularizados ha sido el de los asistentes personales, que bien se destinan a la vida privada o se implantan en las empresas como parte de su transformación digital. Pero más allá de esta faceta, la inteligencia artificial y el machine learning proporcionan un sinfín de innovaciones empresariales que han desembocado en la creación de un debate sobre el cómo terminarán afectando a la automatización de procesos en el trabajo y su impacto en el empleo.
Con el objetivo de arrojar más luz sobre este futuro próximo, Ipsos, junto al Foro Económico Mundial, ha elaborado un estudio entre los trabajadores en 28 países donde analiza la percepción sobre el futuro de sus puestos de trabajo y la posible automatización de estos.
A nivel global un 35% de la población considera que es probable que su trabajo sea automatizado en los próximos 10 años. Aunque más de la mitad (54%) lo ve de manera poco probable y un 11% afirma no tener seguridad sobre lo que pueda pasar.
Por otro lado, India (71%), Arabia Saudí (56%), China (55%), Brasil (51%) y México (50%) son los países en lo que los trabajadores más consideran que su puesto será probablemente automatizado dentro de una década. En contraposición, los países que se muestran más escépticos ante esta afirmación son Francia (19%), Reino Unido (17%), Países Bajos (16%) y Alemania y Hungría, ambos con un 14%. En el caso de España, un 32% de los españoles encuestados cree que es probable que su trabajo pueda ser automatizado.
A la hora de analizar la confianza que tienen los trabajadores en sus propias habilidades para mantener su puesto de trabajo en el futuro, el estudio hace una diferenciación entre los propietarios de negocios, los empleados con un importante rol en la toma de decisiones y los trabajadores con un mayor nivel educativo, frente a sus tres grupos opuestos: los trabajadores que no tienen en su propiedad un negocio, aquellos que no tienen un papel vital en la toma de decisiones y los que no tienen un gran nivel educativo. En este sentido, los tres primeros grupos son quienes más consideran que sus puestos de trabajo van a hacer automatizados (47%, 45% y 36% respectivamente), pero a la vez quienes más confían en que sus habilidades seguirán siendo valiosas y por lo tanto necesarias para el desempeño total de las funciones del puesto (77%, 78% y 76% respectivamente).
Aquellos que no tienen un negocio, no tienen un rol importante en la toma de decisiones y no tienen un gran nivel educativo, no consideran que su trabajo pueda ser automatizado en los próximos 10 años (31%, 29% y 32% respectivamente) pero también quienes menos confianza tienen en sus habilidades para conservar su trabajo (67%, 66% y 66% respectivamente).
“La digitalización supone automatizar cada vez más los puestos de trabajo. Del estudio de IPSOS se desprende que cuanto mayor parte de nuestro trabajo se dedique a la toma de decisiones, menos nos sentimos amenazados por la digitalización, y aceptamos de mejor grado que la toma de decisiones se base en herramientas que nos ayuden a decidir mejor. Quienes ocupan puestos menos vinculados a la toma de decisiones, sienten su futuro más amenazados por la automatización. Las dinámicas demográficas actuales en los países occidentales; con una natalidad muy baja y una inmigración cada vez más controlada, obligan a automatizar cada vez más tareas y lo convierten en una dinámica imparable en un mercado global cada vez más competitivo” afirma Vicente Castellanos, Director de Estudios Sociales de Ipsos España.
En términos globales, un 69% de los entrevistados se muestran seguros ante la posibilidad de sobrevivir a estos cambios, el 29% tiene mucha confianza y el 40% solo afirma tener algo de confianza. En España, un 66% se muestra seguro sobre sus competencias para mantener su puesto de trabajo actual.
En este sentido, la confianza es menor en países como Países Bajos (52%), Turquía (50%), México (50%) e India (46%). Y menor en países como Japón (5%), Corea del Sur (5%), Polonia (11%), Italia (13%) o Rusia (13%).
Los comentarios están cerrados.