La tecnología ha provocado una necesidad entre las empresas: la digitalización. Esta irrupción de las nuevas tecnologías ha hecho que las empresas intensifiquen la formación de sus plantillas. La llegada de las nuevas tecnologías es una realidad en el mundo empresarial. No es necesario echar la vista muy atrás para darnos cuenta de los tremendos cambios que ha provocado en las plantillas.
Según un informe realizado por World Economic Forum, en colaboración con LinkedIn, en un periodo de cinco años, los robots pasarán de trabajar el 29% del tiempo a hacerlo cerca del 42%. La digitalización y la automatización tendrán un efecto directo tanto en las empresas como en la gestión de los equipos. Las habilidades que se soliciten para poder gestionar estas nuevas tecnologías no serán iguales dentro de 3 años.
Precisamente serán las profesiones relacionadas con la tecnología de datos, la inteligencia artificial y el internet de las cosas los que vivan un mayor crecimiento. Sobre todo, por orden de intensidad, en el este de Europa y en Asia Central, Oriente medio y el norte de África y Latinoamérica y el Caribe.
Big Data y el Internet de las cosas
Según la responsable de estudios de InfoJobs, Neus Margalló, en la actualidad se puede encontrar una gran escasez de profesionales especializados en estas tecnologías. Esto se debe a la velocidad a la que avanza la digitalización. “La tecnología avanza tan rápido que la demanda de profesionales con estos conocimientos llega prácticamente antes de que las materias se incluyan en los currículums académicos oficiales«, asegura.
Por ejemplo, asegura que cada vez son más necesarios los profesionales expertos en ‘Big Data’ a la hora de engrosar las plantillas. Precisamente, el 85% de las empresas asegura que para el 2022 ya habrá incorporado algún profesional con este perfil en su plantilla. También son cada vez más demandados los programadores (75%) y los expertos en el internet de las cosas (75%) ya que estos también son profesionales con bastante mercado.
Sin embargo, todos los expertos coinciden en que la digitalización no llevará consigo una transformación de los puestos de trabajo, sino que supondrá “la mutación de determinados procesos dentro de un mismo empleo”. Entre ellos podrá insertarse el complemento de una máquina o software. Es más, casi el 60% de los trabajadores en todo el mundo son cada vez más conscientes de que verán y sentirán cambios significativos en su rutina antes del 2022.
Reciclarse o morir
Según María Obiols, directora del Servei de Carreres Professionals d’Esade, la transformación vendrá, en su mayoría, por las personas que trabajan. Una de las claves será, precisamente, poner en los trabajadores la responsabilidad de transformarse. Por ello, muchas empresas miran a corto plazo la posibilidad de proporcionar formación que ayude a que sus empleados se reciclen. Sin embargo, una de cada cuatro compañías considera que es poco probable apostar por cursos de formación para sus plantillas. Además, solo un tercio de las empresas formará a las personas que tengan un alto riesgo de perder su puesto de trabajo a consecuencia de la automatización.
Ricard Bellera, secretario de Trabajo y Economía de CCOO de Catalunya, asegura que será necesario que el sector público asuma este liderazgo para evitar que se produzcan sesgos en cuanto a paridad de género o con los trabajadores de edad más avanzada.
Por todo ello, la directora de Formació i Ocupació Pimec, Silvia Miró, cree que la clave se encuentra en la formación continua a través de recursos públicos, la cual debe tener el foco en las competencias digitales.
Además, la transformación también afecta a las universidades públicas. Estas tienen una misión bastante importante: reinventarse para poder formar adecuadamente a los alumnos en las profesiones del mañana.
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