Solo uno de cada cinco trabajadores teme perder su empleo por la automatización de su puesto de trabajo. Es la principal conclusión del informe ‘Los trabajadores españoles ante la automatización’, elaborado por la Universitat Oberta de Cataluña (UOC), en el que también han colaborado UGT, Randstad y el observatorio Future for Work Institute
«Nos llama mucho la atención el bajo porcentaje de trabajadores que están muy preocupados por que sus trabajos sean reemplazados por máquinas, frente al alto porcentaje de empleos que diferentes estudios prevén que serán eliminados», ha revelado el fundador de Future for Work Institute, Santiago García. «O esos estudios pecan de alarmistas, o bien los trabajadores españoles no son del todo conscientes de la velocidad con que se están produciendo esos cambios», concluye el experto.
Sin embargo, dicho estudio también refleja importantes diferencias sobre el miedo a acabar en el paro dependiendo del nivel de formación del profesional, la antigüedad o el cargo ocupado. En concreto, los investigadores han remarcado que cuanto mayor es la antigüedad del trabajador, mayor es su preocupación en este aspecto.
Complejidad del empleo
De la misma manera, el estudio destaca que la preocupación entre las personas con empleos de menor complejidad es el doble que entre quienes cuentan con trabajos más complejos, y que creen que la automatización les puede ayudar.
Además, es este grupo, el de los trabajadores con empleos más complejos y que creen que la tecnología puede ayudarles, el que más se prepara para enfrentarse a los futuros cambios que puede causar la introducción de softwares y otras tecnologías.
«El informe -elaborado con una muestra de 1.559 trabajadores en activo residentes en España- describe una panorámica muy polarizada entre aquellos trabajadores suficientemente cualificados y que desarrollan tareas muy difíciles de automatizar y entre el resto de trabajadores, el colectivo mayoritario, que verán mermadas sus condiciones laborales, e incluso la posibilidad de encontrar empleo, si no se recalifican lo antes posible», advierte José Varela, responsable de Digitalización en el Trabajo de UGT.
Directores, gerentes y profesionales científicos e intelectuales se sienten menos amenazados por la automatización que las personas que realizan tareas de apoyo administrativo, oficiales, operarios y trabajadores de los servicios, según el informe.
Además, destaca que, por áreas, los profesionales de administración, contabilidad, finanzas, atención al cliente, compras, logística, calidad y fabricación son los que tienen mayor riesgo de ser desplazados por máquinas o software. En el lado contrario, los trabajadores de marketing, recursos humanos, legal y dirección general son los que menos amenazados se sienten.
Otro descubrimiento que han hecho los investigadores es que hay una relación directa entre la creencia de que la responsabilidad de que los trabajadores se adapten a los cambios del futuro corresponde a uno mismo, el grado de complejidad del trabajo desempeñado y el nivel de anticipación y preparación para esos cambios de la persona. «La iniciativa ha de tenerla la persona, pero es una responsabilidad compartida entre varios actores; también de las empresas, la Administración Pública…», apunta Santiago García.
Presencia femenina
Además, coincide que las profesiones en las que más preocupa el impacto de la automatización son las que mayor presencia femenina tienen. «Si se cumplen las expectativas de destrucción de empleo, la digitalización podría tener el efecto perverso de incrementar la brecha de género», señala García.
Una situación que afectará especialmente al empleo femenino relacionado con los puestos más susceptibles de ser sustituidos tecnológicamente. «En cambio, los relacionados con los cuidados, al no tener una automatización sencilla, sobrevivirán más», apunta Varela.
«En un primer momento es posible que la automatización impacte de forma más negativa a las mujeres», concluye el experto.
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