Ibermática ha desterrado cualquier tipo de recelo que pueda despertar la Inteligencia Artificial y ha añadido que, al contrario de lo que piensa alguna parte de la sociedad, “esta tecnología empodera a las personas y destruirá sólo los trabajos repetitivos fomentando los que tengan un carácter creativo”. Así lo ha expresado durante la celebración de su evento corporativo anual, que ha tenido lugar estos días en San Sebastián y en Madrid, respectivamente. Bajo el título ‘Deconstruyendo la Transformación Digital’ las jornadas ha incidido en los cambios radicales en los modelos de negocio que está trayendo la nueva era digital, en los ecosistemas de innovación como táctica para cumplir las estrategias, y en la Inteligencia Artificial como tecnología “que ya lo está cambiando todo”.
Ambos eventos comenzaron con la intervención de Juan Ignacio Sanz, CEO de Ibermática, quien destacó la importancia de contar con el mejor talento en las organizaciones para desenvolverse en el nuevo escenario disruptivo, ya que “las personas son el principal activo de las compañías y las que les van a llevar a cumplir los objetivos de su estrategia digital”.
En este sentido, explicó que en Ibermática se han iniciado varias medidas para la atracción y retención de talento, con las que ya este año ya se han generado 200 nuevos puestos de trabajo, hasta alcanzar la cifra récord de 3.400 profesionales. Valoró principalmente la creación de espacios colaborativos y la formación de trabajadores, “para los que hemos creado una universidad corporativa y otra junior”, y que ha sido también uno de los factores fundamentales “para que por primera vez estemos situados entre las cien mejores empresas para trabajar en España, según el prestigioso listado anual de la revista Actualidad Económica”.
Disrupción ‘versus’ cultura dominante
Durante las jornadas hubo un hilo conductor: cómo la innovación, históricamente, siempre ha chocado con los esquemas de la cultura dominante y cómo también son las ideas emprendedoras y disruptivas las que marcan la diferencia y permiten evolucionar a las empresas, a las instituciones y, en definitiva, a la sociedad en su conjunto.
Representando a una empresa disruptora estuvo Itziar García, directora de Comunicación de BlaBlaCar, que aconsejó a las empresas tener algo de paciencia si no ven pronto resultados positivos en su estrategia digital: «muchas veces el crecimiento es lento para despegar después exponencialmente». También destacó las oportunidades que genera la economía colaborativa, “todo se puede compartir”, y que «con una herramienta TI de confianza que apoye una buena idea se consiguen grandes cosas».
Por su parte, Arnaldo Muñoz, director general de Airbnb en España y Portugal, afrontar la era digital pasa por incorporar en el ADN la disrupción. «Es importante que la estructura de la empresa sea líquida, que todos los profesionales tengan un perfil de innovador constante y sus innovaciones se centren siempre en la resolución de problemas del usuario». Además, aconsejó una reflexión para entender bien los cambios que se están generando en la sociedad “para adaptar los negocios a esos cambios”.
En el bloque de disrupción también participó AWS a través de Miguel Álava, su director para el Sur de Europa, que explicó los beneficios clave del cloud computing para empresas de todo tipo y de todos los tamaños, destacando el papel crucial que juega la nube en el proceso de transformación digital. Álava hizo hincapié en cómo la nube acelera la innovación al reducir el coste del fracaso y democratizar el acceso a la más amplia gama de recursos tecnológicos, lo que permite que los negocios sean más disruptivos y se centren en ofrecer a sus clientes nuevos productos y servicios.
Ecosistemas de innovación
En cada una de las jornadas se desarrollaron sendas mesas de debate que, moderadas por Guillermo Dorronsoro, director de Zona Norte de Ibermática, abrieron la conversación sobre la importancia de la innovación colaborativa entre compañías tan punteras como Telefónica Open Future, Batz Group, Zentre Donostia Design Institute, Tecnalia y Mahou-San Miguel BarLab.
La principal conclusión, por unanimidad, fue que los ecosistemas de innovación abierta son, hoy por hoy, un imperativo para que, apoyándose en ellos, las empresas puedan superar sus retos. Todos los ponentes coincidieron en que, independientemente del posicionamiento estratégico de cada compañía, es imprescindible un cambio organizacional y de cultura corporativa que pasa por abrirse a nuevos modelos de colaboración con terceros, incluidos los competidores.
En este contexto, Almudena Moreno, Business Development de Telefónica Open Future subrayó que “en soledad no se puede innovar” y que “la digitalización va de personas, por eso las grandes empresas tecnológicas están contratando a gente con un perfil humanista”. También abogó por “cambiar la mirada y acabar con esa cultura en la que cuesta asumir que gente de fuera nos pueda decir cómo debemos hacer las cosas”. Finalmente, ensalzó la figura de los fracasos como una manera válida de acumular experiencia y aprendizaje, y animó a los directivos a “gastar tiempo en cosas que puedan parecer inútiles, haciendo un ejercicio de visibilidad de posibilidades”.
Muy en esta línea, su compañera Blanca Drake, directora de Estrategia y Operaciones de la compañía, advirtió de que “si no se es protagonista de la disrupción, se va a padecer”, y que es “vital” apostar por redes de innovación abierta para ganar eficiencia.
Ana Camacho, CEO de Batz Group, destacó la importancia de innovar junto al cliente y de tener en la empresa profesionales en los que la innovación sea una actitud, “así como cooperar con todo el ecosistema que nos rodea, no sólo con los amigos”. También se mostró partidaria de dar paso a las nuevas generaciones, “con un perfil distinto que vienen con unas ideas muy diferentes y que nos enseñan otra manera de hacer las cosas”. “Hay que participar en iniciativas externas para acceder a ese talento”, puntualizó.
Alberto Barreiro, director de Zentre Donostia Design Institute, abogó por una innovación con intencionalidad, siempre con el objetivo de construir un mundo “más amable”. “La tecnología nos ha llevado a un momento muy crítico en el que hay que mantener criterios humanistas”, recordó. También coincidió en observar otros éxitos y aplicarlos en cada ámbito, pero no dejar de moverse, ya que “no podemos seguir haciendo las mismas cosas en un suelo que se está moviendo”, y siempre poniendo a las personas en el centro de la organización y de su entorno.
Alberto Silleras, director de Tecnalia en Madrid, no dudó en asegurar que la innovación abierta permite “convertir el conocimiento en tecnología y en oportunidades de negocio basadas en la tecnología”. Para el ejecutivo, un entorno de trabajo colaborativo permite también “hacer un análisis continuo y exhaustivo del mercado y sus agentes para ayudar a las empresas a diferenciarse y diversificarse para ser más competitivas”.
Un enfoque especialmente interesante en este contexto de debate la proporcionó Alejandro Arranz, Digital Manager de Mahou-San Miguel, con BarLab; precisamente un claro ejemplo de cómo una idea disruptora se ha integrado en la cultura de un engranaje empresarial tan sólido y tradicional como el de la cervecera. Para Arranz, “una organización se cambia sólo si se cambia su cultura. Es fundamental afrontar nuevos proyectos y, sobre todo, gestionar muy bien las expectativas para lograr que se produzca la coordinación y el entendimiento entre las ideas nuevas que aportan las start-up y los modelos más tradicionales de la compañía”.
Inteligencia Artificial
En línea con las principales conclusiones de las mesas redondas, Begoña Rodríguez, directora de Innovación del Basque Culinary Center, resaltó la importancia de la colaboración abierta y las aceleradoras de innovación, «atalaya fundamental desde la que observar lo que está sucediendo en el mundo», y de la Inteligencia Artificial, «para personalizar todos los servicios, incluida la gastronomía, y smartarizar todos los elementos, como los electrodomésticos en mi ámbito».
Finalmente Aitor Moreno, experto en Inteligencia Artificial de Ibermática, señaló que la IA, cuya clave está en la personalización, “ya está en todo lo que nos rodea”, y que “acabará con los trabajos repetitivos pero generará muchos más de carácter creativo”. También subrayó que «hemos llegado a un punto en el que los algoritmos de IA son muy accesibles para cualquier organización, ahora toca humanizar las técnicas para que cuando las máquinas analicen los datos nos trasladen las conclusiones de una manera verbal mucho más natural y nosotros podamos tomar las decisiones de modo más eficaz». De esta manera “nos está empoderando”, sentenció.
Las conclusiones del evento corrieron a cargo del experto en TI y responsable de contenidos de Retina (Grupo Prisa) Jaime García Cantero, que llevó el hilo conductor del evento a lo largo de la jornada. Constató que los nuevos modelos de negocio son difíciles de replicar para las empresas más tradicionales, pero “no se trata de imitar esos modelos sino de entender como impactan en el propio y decidir dónde posicionarse en el nuevo escenario”. Para ello, independientemente de dónde decidan posicionarse desde un punto de vista estratégico, “es imprescindible un cambio organizacional y de cultura corporativa que pasa por abrirse a nuevos modelos de innovación y colaboración con terceros”. La herramienta fundamental para lograr todos estos cambios es la tecnología “y muy especialmente todas aquéllas que tiene que ver con el análisis de datos y en el medio plazo la inteligencia artificial”, concluyó.
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