La transformación digital supone un cambio positivo en cuanto a la mejora de la calidad del trabajo y el bienestar de los trabajadores, ya que “implica la descentralización del puesto laboral y facilita la conciliación familiar cuando se desarrolla de manera adecuada”, según apunta la tecnológica Sothis. Pero, “para que el cambio sea real, requiere la concienciación y la formación del cliente y el empleado”, destacan.
La presencia creciente de las nuevas tecnologías en el mundo de la empresa está propiciando una transformación de la manera en la que trabajamos. Cada día las tecnologías de la comunicación ganan en calidad y versatilidad, y la aparición de la nube y las múltiples herramientas colaborativas presentes en el mercado ayudan a que el empleado no necesite encontrarse físicamente en su puesto laboral para responder correctamente a sus obligaciones, sino que pueda realizar su labor en cualquier punto del planeta tan solo con una conexión a internet y un software adecuado.
Si bien esta autonomía y flexibilidad total en el trabajo gracias a la tecnología – basado en proyectos o tareas muy concretas-, queda todavía lejos para la mayoría de las personas, “es un hecho que cada vez más empresas están avanzando en su implementación, ya que supone para ellas un mayor acceso al mercado mundial”, apuntan desde Sothis. Sin embargo, no todo el cambio se circunscribe al apartado técnico.
La cultura digital entre los empleados
Esta revolución supone a las empresas un cambio de mentalidad y formación a sus empleados y a estos últimos, iniciativa personal para aceptar esta evolución. “Requiere el asumir una cultura digital en la empresa. La compañía debe hacer ver los beneficios de la digitalización, posibilitar la formación continua en este aspecto y también convencer a sus clientes y proveedores en la necesidad de que esta forma de trabajar se traslade a la relación entre todos los actores implicados”, señalan desde Sothis.
“La evolución natural del puesto de trabajo es saber reaprovechar la labor de todos en un entorno colaborativo real. Con la transformación digital ya no es la persona la que busca la información, sino que esta le llega dónde y cuándo necesite. Además, aplicada de manera adecuada, facilita la conciliación familiar. Pero requiere su aplicación tanto en la empresa como en el funcionamiento del cliente a través de una labor de concienciación y de formación para que el cambio sea verdadero”, resaltan.
Herramientas para el trabajo colaborativo
Conseguir que el trabajo deslocalizado sea una realidad requiere utilizar las adecuadas tecnologías de información colaborativas a nivel empresarial, que ayuden a mejorar la experiencia grupal, la productividad y los beneficios económicos de la compañía. Las principales plataformas que han surgido son las destinadas al chat en grupo como los software Microsoft Teams y Slack, que suponen un valor para las tareas a desempeñar en lugar de optar por el correo electrónico, ya que son intuitivas y se alinean con las necesidades de los trabajadores móviles, que hoy trabajan desde cualquier lugar y en diferentes tipos de dispositivos.
El empleado ya no lleva a cabo sus tareas sentado en la oficina frente al ordenador, sino que puede estar fuera de la misma y realizar sus funciones desde un portátil, una tablet o un móvil, una situación que estas aplicaciones convierten en una solución en lugar de en un problema.
Otras herramientas como Power BI o Microsoft Flow permiten la gestión de forma colaborativa de analíticas de la empresa a través de la nube, o facilita la automatización de tareas que se realizan a través de algunas aplicaciones informáticas, lo que supone un ahorro de tiempo que los trabajadores pueden dedicar a otros asuntos, lo que se traduce en una mayor competitividad y productividad.
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