La Inteligencia Artificial (IA) es una herramienta que sigue generando suspicacias en el mundo empresarial y regulatorio, principalmente por la incertidumbre sobre el impacto que tendrá sobre el empleo, según las conclusiones de un estudio pionero de BursonCohn& Wolfe (BCW) y el Centro de Estudios Políticos Europeos (CEPS).
El informe BrAInstorm, que recoge las percepciones sobre la IA de casi 200 empresarios, proveedores y autoridades que trabajan y conocen esta tecnología, muestra que el 43% de las empresas consultadas considera que existen riesgos asociados a esta herramienta. El porcentaje aumenta hasta el 50% en el caso de las autoridades encuestadas, que también se muestran más propensas (54%) a pedir más regulación que las empresas (30%).
En este sentido, los ámbitos del derecho civil y la justicia son los considerados prioritarios a la hora de introducir regulaciones en el uso de la IA, seguidos de la asistencia sanitaria, el empleo y la política social.
John Higgins, asesor senior de BursonCohn& Wolfe en tecnología digital, afirma que el informe BrAInstorm aborda muchas de las reticencias existentes hacia la IA. “La clave está en que la IA y el aprendizaje automatizado (machine learning) pueden no ser tan aterradores como muchos piensan. Sin embargo, más de cuatro de cada diez empresasconsultadas considera que supone un riesgo, dadas las incertidumbres que existen. Estos resultados apuntan a dos conclusiones generales: en primer lugar, necesitamos informes periódicos para captar la experiencia de quienes implementan la IA y, en segundo lugar, es necesario un diálogo ordenado y multilateral sobre la IA”.
Según el informe, la IA, al igual que muchas otras nuevas tecnologías, tendrá un impacto sobre el empleo, pero el pronóstico sobre la dimensión de ese impacto no es concluyente: el 34% piensa que la IA creará más puestos de trabajo de los que destruye, mientras que el 40% opina lo contrario.
Andrea Renda, investigadora principal de CEPS, explica que el informe muestra cómo expertos y profesionales creen que la IA ha llegado para quedarse y destaca que las conclusiones están en línea con la respuesta de las instituciones de la Unión Europea, “que ya están tomando medidas en este ámbito”. Así, el pasado 9 de marzo, la Comisión Europea creó un grupo de expertos que tiene previsto anunciar una estrategia respecto a la IA en el próximo mes de abril. Mientras, el Parlamento Europeo publicó un informe sobre este tema en enero de 2017.
“El informe BrAInstorm presenta datos sobre las fortalezas, las debilidades y las oportunidades de la IA, aportando valor al actual debate en torno a esta tecnología. El objetivo del estudio es ayudar a los reguladores y a las empresas a desarrollar estrategias para la mejor adaptación a esta herramienta y promover la innovación”, añade Higgins.
La IA es una tecnología que imita la inteligencia humana. Las autoridades regulatorias y políticas y las empresas son conscientes del papel que puede desempeñar en el fomento de la productividad y la cohesión social.
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