El cambio de horario genera a muchas personas confusión, pues provoca que lleguen tarde a reuniones, pierdan vuelos de avión y en general enfrentan más estrés en su vida cotidiana, lo que en el ámbito laboral resulta en una baja en la productividad.
De acuerdo con la corporación multinacional, Sodexo, lo que ocurre en el cuerpo es algo similar a lo que pasa con el denominado «jet lag» en viajes largos en los que se pasa de una franja horaria.
La empresa explica que es como si se viajara hacia el Este al perder una hora. «Esto desequilibra el ciclo circadiano», lo que trae como consecuencia cambios en el estado de ánimo, humor, sueño y falta de concentración.
En un comunicado precisó que esta situación afecta el desempeño profesional en muchos aspectos, según un estudio realizado por la Asociación Americana de Psicología, debido a que ante el periodo de adaptación se da un incremento importante de cyberloafing, es decir, el tiempo que pasan los empleados navegando en Internet para fines personales o recreativos en horas de trabajo.
Otra investigación publicada en la revista de Psicología Aplicada descubrió que «en comparación con otros días, los lunes después del cambio al horario de verano —en el que se pierde una hora— los trabajadores sufren más lesiones en el lugar de trabajo».
Indicó que las empresas pueden mitigar sus efectos con la implementación de un programa temporal de incentivos que propicie mejores hábitos entre los colaboradores y que repercutan de manera positiva en el cumplimiento de los horarios de trabajo y su salud.
«Motivar a los empleados a través de incentivos de productividad y puntualidad al interior de las empresas pueden propiciar que durante este periodo de adaptación los trabajadores tengan un objetivo por el cual llegar a tiempo», puntualizó, el director general de Sodexo, Thierry Guihard.
Además de dichas medidas, los trabajadores pueden seguir otros consejos para mejorar la productividad y hacer frente al cambio como, cambiar el reloj un día antes, así se tendrá un poco más de tiempo para acostumbrarse.
Además de evitar agendar reuniones importantes el lunes por la mañana, ya que puede que se retrase; organizar el lunes de tal forma que las últimas actividades pendientes del día no requieran de una gran concentración.
Así como hacer ejercicio, eso ayudará a conciliar el sueño la noche anterior y a lo largo de la semana, además de que el ejercicio combate los síntomas de fatiga que libera serotonina la cual ayudará al cuerpo para adaptarse al cambio; y tratar de ir a dormir antes durante los primeros días del cambio de horario.
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