En las empresas todas las decisiones deben tener un fundamento económico. Incluso innovar. Para algunos, la importancia de apostar por la innovación podría parecer evidente, pero ¿es realmente necesario innovar? ¿Qué sucede si no lo hacemos? ¿Cómo sabemos si una empresa está innovando o no?
Fran Chuán, consultor con más de una década de experiencia impulsando el desarrollo de las organizaciones a través de la cultura de la innovación, ha elaborado una lista de métricas que nos indican si una empresa está innovando o si, por el contrario, no se está sabiendo adaptar a las nuevas necesidades del mercado.
1. Rotación no deseada. ¿Ese o esa empleada tan fantástica ha aceptado una oferta en otra empresa y, encima, lo ha hecho por el mismo dinero que cobraba en la suya? La rotación negativa es aquella por la que una empresa pierde a su talento más valioso mientras que los empleados más mediocres permanecen.
2. Menor o igual eficiencia. Si las ratios de eficiencia de una empresa no han mejorado en los últimos años o meses, si nadie ha propuesto un cambio o mejora que permita hacer lo mismo en menos tiempo o con menos costes, es que la empresa ha dejado de innovar.
3. No se factura por nuevos servicios. Cuando en una compañía no hay una clara apuesta por la innovación, suele ocurrir que sus servicios o productos apenas varían en meses o incluso en años. Tal vez hoy se sigan vendiendo, pero no hay duda de que un día dejarán de hacerlo.
4. Número de mejoras continuas. Últimamente se ha puesto de moda el famoso término ‘disrupción’. Pues bien, según Fran Chuán “la disrupción como suceso súbito no existe, sino que es fruto de la mejora permanente, sumado a observaciones espaciadas en el tiempo. Los grandes inventos de la humanidad se alcanzaron a través de mejoras continuas que un día permitieron o se convirtieron en un gran cambio”. Si en su empresa no se da este proceso, preocúpese, necesita apostar más por la innovación.
5. Logros y mejoras en excelencia operacional. La ausencia de mejoras en las operaciones de una compañía es una clara señal de que no se está apostando por la innovación. Para impulsar el desarrollo de una empresa y lograr una excelencia operacional es imprescindible estimular la curiosidad de las personas que la forman y potenciar que en la compañía haya un clima y una cultura empresarial que facilite la mejora constante, acelerando la innovación.
6. Empeoramiento/ mejora del EBITDA. Si usted ofrece algo diferente, nuevo y de valor, sus clientes aceptarán pagar por ello un poco más y su margen operativo mejorará. Si por el contrario el EBITDA empeora, es que su servicio o producto puede llegar a convertirse en un commodity -producto o servicio genérico, básico y sin diferenciación-, y su cliente va a ir en busca del precio más barato para obtenerlo.
7. Cultura innovadora. ¿Qué sucede cuando la gente propone una idea que fracasa? ¿Tienen los empleados tiempo para la curiosidad y la creatividad? ¿Cómo se fomenta? La respuesta a estas preguntas es otro indicador que determina si existe una cultura de la innovación en la empresa o no.
8. Estilo de liderazgo. ¿Cómo son sus directivos o directivas? ¿Son auténticos, es decir, coherentes entre lo que dicen y lo que hacen? ¿Fomentan la comunicación? ¿Saben escuchar? ¿Los empleados comparten los valores de la organización? “Si los líderes no son auténticos y no creen en fomentar una cultura del liderazgo, las ideas del equipo no llegarán nunca a flote y las oportunidades se perderán”, alerta Fran Chuán.
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