La digitalización y el relevo generacional en las compañías energéticas

En la actualidad, el gran cambio generacional que vive el sector energético plantea diversos desafíos. Y es que, a medida que los profesionales altamente cualificados se acercan a la edad de jubilación, las compañías energéticas se ven obligadas a atraer y formar a un gran número de jóvenes con talento que puedan asumir estos cargos con garantías. Sin embargo, esta situación no es fácil cuando grandes compañías como Facebook, Google o Uber están reclutando el mismo talento.

Desde mi punto de vista, el escenario laboral ha cambiado radicalmente. Si hace cuarenta años, trabajar en una planta de energía nuclear o en una plataforma petrolera era una oportunidad profesional muy apetecible para jóvenes ingenieros y doctorados, en la actualidad, los nuevos graduados tienen otras preferencias. Pero, ¿qué deben hacer las empresas energéticas cuando se enfrentan a esta falta de talento y experiencia al mismo tiempo?

La solución es sencilla: la digitalización. La actualización y digitalización de sus procesos de gestión, almacenamiento y compartición de información permite a las organizaciones del sector energético preservar el conocimiento de sus futuros jubilados y optimizar su capacidad para reclutar nuevos talentos. Además, la transformación digital puede ayudar a estas compañías a ser más eficientes y estar preparadas para cambios futuros.

Nuevas ideas sobre datos

Si bien es cierto que cada negocio en la industria de la energía es diferente, la mayoría coinciden en que arrastran una clara dependencia de documentación basada en papel. Hasta hace relativamente poco, muchas organizaciones utilizaban equipos de controladores de documentos para gestionar sus solicitudes de registro. De esta forma, si necesitaban un informe impreso o un manual de mantenimiento, podían entregar una solicitud por escrito a uno de estos controladores. No obstante, lo más normal es que esta petición desapareciera entre un laberinto de archivos, imposibilitando la recuperación del documento.

No cabe duda de que este sistema no es eficiente en esta nueva era digital. Por ello, incorporar una nueva generación de empleados que crecieron bajo la sombra de iPads, Smartphones o WiFi requiere que las empresas adopten nuevas formas de trabajar.

Transformación en acción

Llegados a este punto, deberíamos preguntarnos lo siguiente, ¿cómo lleva a cabo una empresa esta transición del papel a lo digital?

Desde OpenText consideramos que este proceso de digitalización debe ser gestionado en cuatro etapas. En primer lugar, el contenido debe ser controlado. Esto significa llevar la información a un único repositorio digital y eliminar los silos. Durante este proceso, los archivos y datos están estandarizados para que, de esta forma, el contenido pueda ser buscado, compartido y utilizado a través de una variedad de formatos.

El siguiente paso consiste en optimizar el nuevo contenido digital para que sea accesible. Esto requiere agregar capacidades de búsqueda avanzadas, así como controles de seguridad para documentos sensibles, control de versiones y soporte para móviles.

En tercer lugar, se realizan cambios adicionales para incorporar procesosde revisión de contenido, aprobaciones y auditorías. Esta etapa también implica que las notificaciones automáticas se distribuyan cada vez que se revisa o actualiza la información.

Por último, el contenido se integra con otros sistemas de operaciones, mantenimiento y gestión de proyectos, entre otros. Por ejemplo, este proceso podría permitir que un empleado que lea una orden de trabajo de SAP en un iPad también obtenga información sobre dónde se encuentra una pieza en particular de su equipo o reciba datos sobre la temperatura de su equipo para saber si está lo suficientemente frío para poder tocarlo.

Para una compañía de energía nuclear, esta transformación gradual le permite cumplir con la normativa de la industria, facilitando y haciendo más eficiente la gestión de la información para miles de empleados.

Construyendo el futuro

Además del cambio generacional en su fuerza de trabajo, muchas empresas del sector de la energía también se enfrentan a la necesidad de reemplazar sus infraestructuras. De esta forma, la tecnología adecuada puede ayudarles a que este cambio se lleve a cabo de manera más rápida, eficiente y más rentable. En mi opinión, este tipo de mejoras no sólo ayudan a las organizaciones a ser más eficientes, sino que también las hacen más atractivas para las nuevas generaciones de empleados.

Con todo este contexto, queda claro que gestionar el cambio siempre es un desafío para cualquier organización, más aún para las empresas del sector energético que tradicionalmente han sido reacias a cualquier tipo de cambio. Las compañías energéticas que tengan en cuenta esta evolución generacional necesitarán adoptar estas nuevas tecnologías y adaptarse a los nuevos procesos.Sin duda, aquellas organizaciones que puedan adaptarse a estos cambios estarán mejor posicionadas para afrontar los retos del futuro. En este sentido, no sólo los nuevos modelos de compañías energéticas, sino también las organizaciones tradicionales necesitan adaptarse a la nueva era digital y adoptar nuevas formas de pensar, trabajar y manejar la información si desean seguir siendo competitivas en los próximos años.