Después de dos años devanándose los sesos, cuando parecía que por fin había encontrado la manera de llevar a cabo su proyecto, José Luis Flórez telefoneó a varios amigos y compañeros de trabajo con los que se había cruzado en sus 20 años de carrera profesional. Los citó en un hotel del paseo de la Castellana de Madrid. Solo les dijo que tenía algo importante que comentarles. Nada de detalles. Entre los escogidos, había desarrolladores de aplicaciones, diseñadores de videojuegos y expertos, como él, en inteligencia artificial. Por supuesto, todos acudieron a la cita impelidos por ese aura de misterio. «Fue como en la película Armageddon, nos juntamos unos cuantos locos para formar un equipo», ríe Flórez al recordar la escena. Cuando los tuvo a todos delante, les habló de lo que pretendía hacer: «convertir el visionado de películas en algo interactivo».
«El entretenimiento en televisión siempre ha estado a la vanguardia de la técnica, y, sin embargo, la forma de consumir series y películas todavía es unidireccional. ¿Quién no se ha preguntado alguna vez «¿Dónde habrán rodado esta escena?» O «¿Cuál será el modelo de este coche?» O «¿Dónde podría comprar la camiseta de la protagonista?»Cuando lees un libro en un ebook o un artículo puedes encontrar definiciones, profundizar a través de hiperenlaces, pero en la televisión no», argumenta el director general y fundador de Touchvie. Al menos «hasta ahora», matiza. Esta aplicación, disponible para iOS y Android, nació con la intención de resolver esas dudas que surgen durante el visionado. El problema era que resulta mucho más difícil analizar una imagen que un texto.
Tarea compleja
«En el escrito todas las palabras quedan identificadas, pero en la imagen algo tan simple como diferenciar que una persona es una entidad diferente de la silla en la que está sentada no es fácil. Y además no es interesante dar una información tan tonta como esa, hay que profundizar», explica Flórez. Esa barrera tecnólogica ha sido la más difícil de solventar. Durante 2015, 30 científicos de datos estuvieron experimentando hasta dar con el algoritmo que les permitiera esquematizar los elementos más relevantes de una imagen. Un año después, la plataforma ya era capaz de identificar 20 categorías de información en cada fotograma.
Touchvie sincroniza el móvil con la película o la serie que está viendo el usuario y va informando sobre lo que aparece en cada momento en la pantalla: actores, filmografía, la ropa que llevan, complementos, recetas de cocina, localizaciones, vehículos o curiosidades del rodaje. Empezaron con un catálogo de 60 películas. Ahora tienen unos 1500 títulos disponibles y prevén acabar el año con unos 3000. La idea, dice Flórez, es «tener un catálogo comparable a las principales plataformas de vídeo on demand más grandes como Netflix o Hulu». La selección de películas sigue un orden cronológico y de taquilla, se eligen las 100 más vistas de cada año. También se pueden encontrar «clásicos como Ben Hur, Blade Runner, El Padrino o Titanic» y series que están en antena como Juego de Tronos o House of Cards.
Desde que salió al mercado, ha recibido varios premios y reconocimientos internacionales. El último fue el TiE50 en Silicon Valley, donde los nombraron mejor start up tecnológica de 2016. Fue la única empresa europea seleccionada entre 2.000 candidatas. Un año y medio antes de lanzar la compañía Flórez comentó el proyecto con «gente de publicidad, comercio electrónico y medios de comunicación» para comprobar el «interés de negocio que le veían a una plataforma de este tipo». Todos coincidieron en el análisis. Le veían muchas posibilidades, pero dudaban de su capacidad técnica. Pensaban que no iban a ser capaces de conseguirlo porque nadie lo había hecho hasta ahora. Flórez, matemático y doctor en inteligencia artificial, asumió el reto como si fuera un teorema que tuviera que demostrar. Cuando pensó que había resuelto el rompecabezas, se decidió a formar un equipo que lo llevara a la práctica. Encontró a sus tres socios y más del 80% de los que acudieron a aquella reunión en el hotel trabajan hoy en las oficinas de Touchvie en Madrid, Asturias, Nueva York o Múnich.
El acuerdo con Samsung, clave
Cuando comprobaron que el proyecto era técnicamente viable, se lanzaron a por la financiación. Primero fue el clásico «friends and family». Les prestaron 1,8 millones de euros. Después «préstamos blandos de un millón». Y varios inversores pusieron 1,3 millones sobre la mesa. Todo en el último año. La confianza en el equipo gestor tuvo mucho que ver. No era su primera incursión en el mundo del emprendimiento. Flórez fundó la consultora Neometrix en 2003, donde trabajó con los otros tres socios.
Touchvie cuenta hoy con 65 empleados y creen que podrán ampliar la platilla gracias al Horizonte 2020 que les han adjudicado y al acuerdo que han firmado con Samsung para integrar la aplicación en los televisores. Esto supone un cambio sustancial en su modelo de negocio. Empezaron con un enfoque tradicional de aplicación móvil en el que obtenían una parte proporcional de la actividad económica que se generase entre el usuario y las tiendas en las que pueden adquirir, por ejemplo, el vestuario de la película. La alianza con el gigante surcoreano supone la apertura de muchas más líneas de ingreso.
Su facturación es todavía «residual», pero esperan que esto cambie a partir de septiembre, cuando tienen previsto el lanzamiento con Samsung. De momento, han ido cumpliendo todos los objetivos que se marcaron: «En 2015 fue tecnología, crear la plataforma que permitiera ver películas de manera interactiva; en 2016 crear un ecosistema de acuerdos con empresas de diferentes países para llegar a un número determinado de hogares. La tercera fase será empezar a monetizar ese número de usuarios», resume Flórez.
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