La economía española es la número 27 del mundo en cuanto a innovación, según el índice publicado hoy por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), que evalúa la capacidad de los países para promover el desarrollo y el crecimiento económico.
España ocupa el puesto número 18 en la región europea y ha mejorado desde 2011 cinco puestos en el ránking global, que encabeza por cuarto año consecutivo Suiza, seguida del Reino Unido, Suecia, los Países Bajos, Estados Unidos y Finlandia.
El Índice de Innovación Global (GII), en el que colaboran la Universidad estadounidense de Cornell y la escuela de negocios Ibsead, destaca que dos de las mayores fortalezas de España en cuanto a innovación son sus infraestructuras, que ocupan la novena posición en la lista, y la «sofisticación del mercado», en el décimo puesto.
Nuestras fortalezas y debilidades
Las infraestructuras españolas destacan por su sostenibilidad ecológica y por el desarrollo de las tecnologías de la información y las comunicaciones.
En cuanto a su capital humano, el estudio de la OMPI destaca la larga vida académica de los alumnos en España, que se sitúa en décima posición mundial en esta variable.
El estudio apunta que las flaquezas del país en cuanto a innovación se encuentran en la «sofisticación empresarial», en el puesto 47, y en la «absorción de conocimiento», en el 79.
Las puntuaciones son asimismo menores que la media en cuanto a «acuerdos y alianzas estratégicas» entre compañías, una variable en la que España está en la posición número 50 de la lista, así como en el pago de licencias y derechos de autor, en el puesto 58.
Los responsables del informe subrayan que la economía española se sitúa por encima de países como China, Emiratos Árabes Unidos, Rusia e Italia.
España es la número 23 del mundo en cuanto a la calidad de su innovación, una clasificación que tiene en cuenta la enseñanza universitaria y la internacionalización de los productos locales.
Por regiones, Suiza, el Reino Unido y Suecia encabezan la lista de economías europeas, mientras que Chile, Costa Rica y México están en los tres primeros puestos en Latinoamérica y el Caribe.
Fomentar la innovación es esencial
El documento resalta que las políticas de innovación desempeñan una función esencial en las economías emergentes, en las que el fomento de la investigación es un aspecto central para el crecimiento y para hacer frente a problemas sociales como la contaminación, la salud pública, la pobreza y el desempleo.
También destaca el papel de aquellas economías que han logrado mejores resultados que países con un nivel similar en cuanto a su producto interior bruto (PIB).
A ese respecto, destacan economías del África subsahariana como Ruanda (puesto 94), Mozambique (95) y Malaui (98), que a pesar de su bajo PIB están situadas entre los países de ingresos medios en cuanto a políticas de innovación.
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