Desde hace un tiempo gestiono las redes sociales de una reconocida fotógrafa del mundo de la moda que también hace retratos artísticos. Todas sus producciones son sumamente cuidadas en todo aspecto, desde la luz, el maquillaje, la ubicación de la o el modelo con el objetivo de expresar un mensaje claro por medio de la expresión fotográfica.
Ella decidió exponer las fotos que más le gustan de cada campaña en un perfil de facebook e Instagram que, al poco tiempo de estar online, se ganaron el afecto de los seguidores quienes la reconocieron mediante el método que la regla del juego impone: los likes.
Sin embargo, todas las producciones fotográficas de desnudos tuvieron que quedar afuera de ambas redes sociales y es que desde abril de este año ambas herramientas decidieron no darle lugar ni a un pezón más, salvo unas muy particulares excepciones.
Rápidamente busqué cómo saltearme esta prohibición que hacé hincapié en que “Restringimos la exhibición de desnudos para evitar que determinados sectores de nuestra comunidad mundial que muestran una especial sensibilidad ante ellos se puedan sentir mal, en particular, por su contexto cultural o su edad”, versa en las Normas Comunitarias de Facebook, en un apartado dedicado exclusivamente a la publicación de desnudos.
No conforme con esta prohibición publicamos igualmente una serie de fotos y en cuestión de minutos, ni siquiera una hora, Facebook bloqueó el perfil y nos envió una misiva solicitando amablemente que retiremos esta y cuantas otras fotos del mismo calibre contenga la fanpage, caso contrario la misma seguiría bloqueada.
Hay que aclarar que la foto subida no era pornográfica sino artística pero, leyendo el manual de buena conducta al que hacemos referencia más arriba, está claro que la regla es igual para todos: “Eliminamos fotografías que muestren los genitales o las nalgas en su totalidad y de una forma directa. También restringimos algunas imágenes de senos femeninos si se muestra el pezón”.
A continuación, afirman que la regla tiene un límite: “Siempre permitimos fotos de mujeres amamantando o que muestren los pechos con cicatrices por una mastectomía” y es que esto tuvieron que agregarlo luego de que distintos grupos de apoyo a pacientes con cáncer de mama y personas o entidades que apoyan la lactancia materna reclamaran la generalidad de la norma.
Instagram, el hermano menor de Facebook, también corre la misma suerte para sus seguidores. Esta red social que por bastante tiempo se despreocupó por revisar los contenidos de sus usuarios, ahora tomó una postura más estricta al respecto de la publicación de desnudos.
Aún cuando Instagram hace una revisión reactiva, es decir, sólo cuando otro usuario denuncia una publicación, en abril de este año también modificaron las Normas comunitarias en donde ahora dice, con un tono más cordial que el que Facebook utiliza, “Somos conscientes de que es posible que algunas personas quieran compartir imágenes de desnudos de carácter artístico o creativo; sin embargo, por diversos motivos, no permitimos que se publiquen desnudos en Instagram. Esta restricción se aplica a fotos, vídeos y determinado contenido digital que muestren actos sexuales, genitales y primeros planos de nalgas totalmente al descubierto. También se aplica a algunas fotos de pezones femeninos”.
Hecha la ley…
Claramente, nadie quiere desterrar las reglas que ambas redes sociales han puesto en funcionamiento para mantener sus contenidos en orden y sin molestar a nadie. Sin embargo, más de uno se ha pronunciado en contra pedir que don Face y don Insta se replantee estas cuestiones, por ejemplo, Madonna, Miley Cyrus y Scouts Willis, han sido de las primeras en posar desnudas con sus pezones tapados para darle una vuelta de tuerca a la polémica.
La cinta negra, el tachón hecho en paint o el nublado en los pezones son alguno de los trucos que se admiten como trampita para poder publicar un desnudo, siempre y cuando se trate de una foto artística y no de una expresión pornográfica o agresiva.
Otro truco con el que se saltea la regla se vale justamente de esta modalidad “don´t be evil” de Instagram, publicando una foto sin hashtags que pudieran atraer a un público vulnerable a este tipo de imágenes como para que no sea reportada y por tanto pase inadvertida. En este punto, quien se crea muy astuto con el uso de los hashtags deberá saber que la misma red social tiene una lista de etiquetas que no se pueden usar por contener términos sexuales, insultos o incitar a la violencia de algún modo.
Si lograste poner esa foto artística en Instagram y que no se arme revuelo, pues sólo bastará con copiar el link desde una Pc y pegarla en el “¿Qué estás pensando?” de Facebook. Eso sí, si alguien reporta ese post no habrá lugar a dudas para eliminarlo automáticamente.
Otro truco es no publicar una foto completa de un desnudo, sino una fracción de la misma y acompañarla con el link de una página web o blog donde se pueda ver completa. En Instagram, de hecho, se puede complementar el uso de foto detalle con aplicaciones que permitan fraccionar una imagen y subirla por bloques en distintos horarios.
Ninguno de estos trucos vale la pena implementarlos si de publicar imágenes abusivas se trata. Pero para aquellos que están ansiosos por mostrar sus trabajos artísticos podrán echar mano en estas ideas que hasta el momento resultan efectivas.
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