“En los últimos meses es más común tener un enfoque de contratación que da prioridad a las competencias y habilidades, en lugar de a los títulos que tiene el candidato. En concreto, las interpersonales o soft skills son las que mayor peso están tomando, pero también son las más difíciles de medir o evaluar”, analiza Alberto Cantón, managing consultant en Robert Walters, consultora líder global en búsqueda y selección especializada.
Los años de experiencia y las titulaciones y certificaciones están perdiendo prioridad para los responsables de contratación. Ahora se presta más atención a las habilidades a la hora de encontrar el perfil profesional idóneo para un cargo. Pasarse a este modelo ayuda a las empresas a ampliar el número de candidaturas que reciben por cada vacante de empleo, y de este modo, pueden llegar a aumentar la diversidad de perfiles.
¿Están cambiando los procesos de selección?
“Este cambio de paradigma pone sobre la mesa una nueva carrera por ser la empresa más rápida a la hora de adoptar este modelo. Cambiar la metodología de selección para dar prioridad a las competencias, es el primer paso para ser más eficaz y conseguir captar al mejor talento”, analiza Cantón.
Las compañías ya están optimizando sus procesos. Así lo recoge el informe Principales tendencias globales de talento de Robert Walters, donde el 79% de los profesionales de recursos humanos prefiere las evaluaciones de competencias frente a los procesos de selección tradicionales. Además, el 36% preferiría contratar en su empresa a un profesional con las habilidades necesarias, aunque este no cuente con los años de experiencia requeridos para el puesto.
Comienza la era del upskilling y reskilling
La escasez de habilidades interpersonales está entre uno de los principales desafíos a los que se enfrentan las empresas (24%). Según el Estudio de Remuneración Global de Robert Walters, el 44% de las compañías en España declara que entre sus candidatos no encuentran perfiles con la suficiente experiencia en el sector, lo que supone un freno a la hora de encontrar al perfil perfecto para el puesto en un corto período de tiempo.
Para hacer frente a esta problemática, 7 de cada 10 empresas ha implementado estrategias de mejora de su paquete de formación y capacitación en el último año, y el 81% está dotando de nuevas habilidades a sus empleados actuales (reskilling).
Del lado de los profesionales, un 45% está formándose actualmente y un 32% tiene la intención de hacerlo, aunque aún necesita decidir sobre qué y cómo.
“De un tiempo a esta parte, las empresas están invirtiendo en mayor formación interna para capacitar a sus trabajadores en las competencias que escasean en el mercado, y así poder cubrir con su propia plantilla esos puestos para los que encuentran dificultades a la hora de seleccionar al candidato idóneo”, matiza Cantón.