Hay que reconocer que no es lo mismo elegir sobre un grupo limitado que sobre la práctica totalidad del mercado. Busque uno lo que busque. Da igual que sea un dentista, un abogado o el candidato que se necesita incorporar a una organización. ¿Se puede alguien imaginar la siguiente forma de proceder? A alguien le duelen mucho las muelas y pone un anuncio en internet para ver si algún dentista quiere recibirle.
O su vecino ha plantado el seto un metro y medio dentro de su parcela y no quiere cambiarlo porque dice que le han costado un ojo de la cara las plantas y el jardinero. Y nuestro personaje va y pone un anuncio en internet pidiendo algún abogado que quiera defender su causa frente al vecino desconsiderado.
Cualquiera pensaría que ese alguien se ha vuelto loco o que tiene en poco aprecio su boca o su parcela en la sierra. Porque el comportamiento que cualquiera esperaría del que tiene dolor de muelas es que busque minuciosamente y elija con cuidado el que le va a meter las manos en la boca. Probablemente, tratará de asegurarse de que es un profesional bueno técnicamente y honrado en sus presupuestos.
Lo mismo si lo que busca es un abogado. Buscaría con cuidado un profesional bueno y honrado, que le ofreciese garantía de ganar su pleito.
¿Por qué, entonces, nos dejaría indiferentes que, ante la necesidad de cubrir un puesto importante en su empresa, alguien pusiese un anuncio y se conformase con las candidaturas que le llegasen? ¿Verdad que es difícil de entender? Pero es a lo que nos tiene acostumbrados la “forma de hacer tradicional”.
Parecería más lógico que, como en las situaciones anteriores, trate de asegurarse de que va a incorporar uno de los mejores del mercado para dar respuesta a su necesidad. No al mejor en términos absolutos, sino el mejor para cubrir justo las exigencias del perfil que necesita.
Y ¿cómo se hace esto? Esa parece la pregunta del millón, pero tiene una respuesta fácil de enunciar, aunque la ejecución deba estar a cargo de especialistas. La solución se llama scouting.
El scouting es una forma nueva, segura y con un alto nivel de calidad, que asegura una visión completa de lo que hay en el mercado de ese perfil que se busca y que ofrece el candidato que se necesita y la certeza de que no se incorpora al primero que pasa por la puerta.
Y se consigue a través de un sofisticado proceso de búsqueda y análisis que asegura un cuidadoso barrido del mercado.
En los países en lo que el problema de la escasez de talento especializado se sufre desde hace tiempo, el scouting es la fórmula de éxito elegida para dar respuesta. Touch in Touch, hace ya cerca de 3 años, ha adaptado esta fórmula al mercado español, ajustándola a sus particularidades. El scouting permite, entre otros beneficios:
- Asegurar el acceso a los candidatos que no están en búsqueda activa.
- El análisis completo del segmento de mercado al que nos dirigimos, identificando sus actores y todas las circunstancias de los mismos, tales como retribución y beneficios, formas de trabajo (remoto, híbrido…), etc.
- Una respuesta más rápida y, sin embargo, más segura.
- Certeza en la elección.
De alguna manera, el scouting supone superar las formas de actuación de la consultoría tradicional de selección que, si bien tuvo su momento, claramente no se ajusta a las circunstancias de un mercado que no se parece en nada, ni por oferta ni por perfiles, al de hace unos años.