Un 66% de los trabajadores con discapacidad cree que todavía persisten estereotipos relacionados con la edad, el género o la discapacidad en el entorno laboral. Así se desprende del informe ‘Motivaciones y expectativas sobre el mercado laboral de las personas con discapacidad’, elaborado por Fundación Randstad, que cumple 20 años trabajando para conseguir la igualdad de oportunidades laborales de las personas con discapacidad.
Este análisis tiene como objetivo comprender las motivaciones y percepciones de las personas con discapacidad en el ámbito laboral y analizar sus experiencias profesionales. Así pues, en él se exploran las opiniones de empleados y desempleados con discapacidad sobre su satisfacción en el trabajo, sus aspiraciones, sus prioridades y sus necesidades de desarrollo profesional, así como sobre la cultura de inclusión y la diversidad, entre otros asuntos.
En términos generales, los encuestados expresan una satisfacción considerable en aspectos como el ambiente laboral inclusivo (49%), la accesibilidad en el lugar de trabajo (46%), el compromiso empresarial con la inclusión y la diversidad (44%), y la facilidad para la conciliación entre la vida laboral y personal (41%).
Sin embargo, un 41% considera que en las empresas no hay suficientes oportunidades de crecimiento profesional, mientras que el 39% señala la necesidad de que las compañías hagan un mayor esfuerzo para motivar a todos los trabajadores.
Tal y como ha explicado la directora de Fundación Randstad, María Viver, “aunque estas cifras son una muestra de que se están dando pasos en la dirección correcta, también nos señalan que hay un margen de mejora importante para que la inclusión laboral de las personas con discapacidad sea una realidad y tengan oportunidades reales de empleo”.
Este informe también señala que el equilibrio entre la vida laboral y personal se posiciona mayoritariamente como la prioridad más importante para el 61% de los empleados con discapacidad, por encima del salario o la ubicación. En este sentido, 6 de cada 10 personas están satisfechos con este aspecto en la actualidad. No obstante, existen cambios significativos en el orden de estas prioridades para los diferentes grupos de edad.
Respecto a la valoración de sus experiencias laborales, más de la mitad de quienes están trabajando se muestran satisfechos con los beneficios aportados por la empresa respecto al salario, las vacaciones o la flexibilidad. Además, la mayoría se sienten cómodos en el trabajo y no discriminados. Sin embargo, se identifican áreas de mejora ya que, mientras que un 60% de los encuestados están satisfechos con la cantidad de días de vacaciones anuales proporcionadas, un 38% no lo está con el salario percibido porque piensan que no es adecuado para vivir la vida que desean.
Por otro lado, el 64% se siente con las mismas fortalezas, competencias y habilidades que el resto de sus compañeros. Pese a ello, un 46% piensa que la empresa no les apoya a la hora de desarrollar nuevas habilidades necesarias para el futuro y que deberían proporcionar más oportunidades de formación.
En este sentido, Viver ha destacado la importancia de desarrollar “itinerarios profesionales personalizados que contemplen el desarrollo de competencias, pero también de la formación, ya que esta es la pieza clave para el desarrollo de las distintas habilidades y la que permita a las personas construir un futuro laboral acorde a sus prioridades e intereses”.
El perfil de los empleados con discapacidad
La mayoría de los encuestados empleados trabajan en grandes empresas (44%), pero también en PYMES (27%). Las tareas físicas o manuales sencillas predominan, aunque también hay una proporción importante de empleados que desempeñan labores que requieren conocimientos técnicos y especializados.
La antigüedad en el trabajo actual varía, con una alta proporción de empleados incorporados a su puesto de trabajo hace menos de 3 meses (31%), pero también una presencia notable de aquellos con trayectorias en la misma empresa de más de 1 año (35%).
Respecto al nivel formativo, aunque la mayoría de los empleados tienen Educación Secundaria Obligatoria, la formación profesional adquiere una relevancia especial para las personas con discapacidad, ya que un tercio de ellos cuenta con estudios de este nivel.