Con cerca de 3 millones de pequeñas y medianas empresas activas en España, las pymes se posicionan como un motor clave para la economía de nuestro país. Actualmente, este tipo de compañías aportan el 65% del PIB y generan alrededor de 9,6 millones de puestos de trabajo, lo que supone el 75% del total de empleos a nivel nacional. De hecho, hay más pymes en España que en Reino Unido o Alemania. Sin embargo, a pesar de que este tipo de empresas conforman el 99% del tejido productivo del país, el 66% de los profesionales encuestados por la Guía del Mercado Laboral de HAYS prefiere trabajar para una gran empresa o una multinacional. Por el contrario, sólo el 34% manifiesta su preferencia por hacerlo en una micorempresa o una pyme.
Esta realidad pone sobre la mesa un gran desafío en lo que a captación y retención de profesionales cualificados se refiere y demuestra que existe una gran lucha por el talento entre las pymes y las grandes empresas. Pero, ¿por qué los profesionales se sienten más atraídos por las grandes empresas? ¿Son conscientes los trabajadores de los aspectos positivos que conlleva trabajar en una pyme? Coincidiendo con que el 12 de mayo se celebra el Día Europeo de las Pequeñas y Medianas Empresas, los expertos de HAYS, principal especialista en soluciones de personal y contratación, comparten los beneficios que aporta a nivel profesional y personal formar parte de una pequeña o mediana empresa.
“Las grandes empresas y las multinacionales tienen una ventaja competitiva a la hora de atraer talento: la marca. Además de que, en este tipo de compañías, suele haber muchas más ofertas de trabajo ya que suelen tener muchos más posiciones con respecto a las pymes que tienen un número de puestos más limitado. Pero hay otro factor importante que es la rotación. En las multinacionales el índice suele ser más elevado, pero en las pymes la retención de talento es mayor”, argumenta Oscar Cebollero, director de Perm Recruitment de HAYS en el Norte, Levante y Sur de España.
Cinco aspectos positivos, en lo laboral y lo profesional, de trabajar en una pyme
En un contexto general en el que la lucha por captar y retener talento es un gran desafío, las pymes deben poner en valor los beneficios que comporta trabajar en compañías formadas por menos de 250 empleados. Desde HAYS, apuntan hasta cinco aspectos que generan en el profesional un impacto positivo a nivel profesional y laboral:
- Accesibilidad: empezar a trabajar y evolucionar profesionalmente en una pyme es mucho más sencillo. Los profesionales con poca experiencia siempre serán mejor recibidos en una pequeña empresa que brinde oportunidades a personas con menos trayectoria. Además, al tener una jerarquía menos marcada y más flexible, los profesionales suelen crecer y promocionar con mayor facilidad de lo que lo harían en una gran corporación.
- Propuesta de valor: formar parte de un ambiente más cercano, genera un mayor sentimiento de pertenencia. Las personas adquieren un mayor compromiso cuando realmente se sienten valorados y, a su vez, cuando forman parte de la evolución y de los éxitos de una organización. Al contar con menos empleados, una pyme tiene mayor capacidad para conocer y entender la situación personal de cada trabajador, lo que se traduce en un trato más personal entre la plantilla y los jefes. Esta relación más fluída permite que haya un mayor reconocimiento de los éxitos y repercute en un ambiente de trabajo más familiar que refuerza el sentimiento de pertenencia.
- Ubicación que ofrece oportunidades en todo el territorio nacional. Mientras que las grandes empresas tienden a establecerse en las grandes ciudades, las pymes están presentes en todas las zonas de España, incluídos pueblos y zonas rurales. Para todas aquellas personas que no quieren desplazarse a vivir a grandes núcleos urbanos para hacer carrera, su mejor opción son las pymes ya que, en muchas ocasiones, sustentan el crecimiento económico local.
- Mayor capacidad para adaptarse a los cambios del mercado. Las grandes empresas se rigen por protocolos estandarizados generalmente poco flexibles. Sin embargo, las pymes son empresas que debido a su volumen tienen una mayor facilidad para testear nuevas herramientas, incorporar nuevas metodologías y, en general, para evolucionar y adaptarse a un ritmo más rápido de lo que lo puede hacer una gran empresa.
En definitiva, son múltiples los beneficios de trabajar en una pyme y como país en el que este tipo de empresas son un motor económico es imprescindible que los profesionales conozcan los aspectos positivos de formar parte de este tipo de empresas. Si bien muchas personas empiezan en una pequeña o mediana empresa y acaban dando el salto a una organización más grande, formar parte de una pyme es una oportunidad laboral que ofrece múltiples privilegios.