En el vertiginoso escenario empresarial actual, la retención del talento se ha convertido en una de las principales preocupaciones para las compañías. Aunque no constituye una novedad, sí es un desafío en constante crecimiento.
¿Por qué se marchan las personas? ¿Qué medidas pueden tomar las empresas para evitarlo?
En este artículo vamos a proponer diferentes acciones para adquirir y mejorar la inteligencia emocional en el ámbito laboral. Porque gracias a la prevención y la puesta en práctica de estrategias efectivas se logran grandes resultados en la retención de talento.
Analizamos algunos datos impactantes que proporcionan una perspectiva clara de la situación actual.
Los empleados prefieren que les escuches a que les pongas una mesa de ping pong
La desmotivación en España se encuentra en límites históricos. Según un estudio de la Facultad de Economía de la Universitat de València, el 89.2% de las plantillas se sienten desmotivadas.
La falta de motivación está estrechamente relacionada con la (des)conexión del empleado con la empresa y, especialmente, con su superior o superiores. Así, solo el 28% de los empleados se siente satisfecho con su empleo, mientras que el 80% de los gerentes cree que su personal está contento, según El Economista. Además, el 64% de los empleados expresó insatisfacción con sus líderes, subrayando la conocida premisa de que «la gente no deja empleos, deja jefes».
Esta desconexión resalta la importancia de fomentar la inteligencia emocional dentro del ambiente laboral, pues ella es responsable de hasta el 80% de nuestro éxito en el ámbito afectivo, social y laboral.
Las empresas ya están estudiando y poniendo en práctica diferentes estrategias. Estamos en el proceso del cambio, hay más consciencia empresarial en este sentido, pero todavía queda mucho por hacer.
Un claro ejemplo de estas situaciones son las acciones en las que habitualmente invierten y promocionan las empresas para mejorar el ambiente y el bienestar de sus empleados en el puesto de trabajo, como podría ser comprar un futbolín. Sin embargo, estas acciones pueden agravar la situación de un empleado que se siente en desconexión con su superior, que no se siente escuchado, que tiene necesidades o inquietudes personales y profesionales que nada tienen que ver con un entretenimiento en el entorno laboral.
Este tipo de acciones fomenta la diversión en momentos puntuales. Sin embargo, para captar el compromiso del empleado se necesita una mayor implicación. Crear una estrategia previa te ayuda no solo a poner foco y ahorrar costes, sino también a tener trabajadores más implicados y motivados.
El cambio, la opción más recurrente
Se dispara la intención de cambio. Un artículo de Bolsamanía revela que el 62% de los profesionales españoles está considerando cambiar de trabajo en el año 2024. Los motivos para el cambio son claros: un 36% busca mejoras salariales y un 28% persigue un mayor equilibrio entre la vida laboral y personal.
Esta circunstancia pone en riesgo el compromiso y la implicación de esas personas en el proyecto, lo que genera directamente una rueda de falta de productividad y malestar en los equipos de profesionales que se traduce en resultados económicos perjudiciales para la compañía.
El coste oculto de la pérdida de talento
La partida de un empleado puede llegar a suponer un gasto superior al 200% de su salario anual. Así lo afirma un informe de Sodexo. Esto es, la partida de un empleado no solo representa una pérdida económica, sino también emocional y de carga de trabajo mientras se encuentra un reemplazo. Esta cifra subraya la importancia de la fidelización del talento, no solo en términos de bienestar, sino también de sostenibilidad financiera.
Además, en España, el número promedio de personas que se ausentaron de su puesto de trabajo diariamente en 2023 fue de 1,290,244, de las cuales 992,078 se encontraban de baja médica, lo que representa un 77% del total de ausentes, según la Encuesta de Población Activa (EPA), tal y como expone Randstad. Esto se tradujo en costes directos e indirectos de alrededor de 37,000 millones de euros ese año, según un informe de Adecco sobre el absentismo laboral.
Frente a este panorama desafiante, surge la pregunta: ¿Cómo podemos revertir la tendencia y convertir nuestro espacio de trabajo en un ecosistema que promueva la satisfacción y el compromiso?
Vamos a abordar distintas estrategias que pueden llevar a cabo las empresas para dar un impulso a esta situación.
La necesidad de cultivar relaciones efectivas en el día a día
En el ámbito laboral, al igual que en otros aspectos de la vida, es crucial brindar cuidado y atención constantes a nuestras relaciones. Descuidar este aspecto fundamental puede llevar al descontento y la desmotivación, similar a una planta que se marchita si solo la riegas dos veces al año, durante la cena de Navidad y la comida de verano.
Escuchar y atender las necesidades reales de los trabajadores no solo mejora su calidad de vida, sino que también los convierte en embajadores de la marca. Y es que los empleados no abandonan empleos, abandonan a sus jefes. Esto es, cuando se produce una desconexión en el trato y la relación de forma continuada.
En resumen, cuidar, formar y escuchar a los trabajadores son acciones que, lejos de ser un gasto, representan una inversión en el capital humano de la empresa, generando retornos significativos en términos de compromiso, satisfacción y, en última instancia, resultados.
Reconocimiento y prestaciones: claves para la fidelización
Un estudio revela que el 37% de los empleados consideran el reconocimiento y las prestaciones como su principal fuente de motivación. En este contexto, es esencial preguntarnos qué procesos de reconocimiento estamos implementando y si son efectivos. La implementación de programas personalizados y significativos puede marcar la diferencia en la percepción del valor que la empresa otorga a sus colaboradores.
Si bien el salario juega un papel crucial en la satisfacción laboral, también es fundamental abordar temas como la flexibilidad y la meritocracia. Reconocer y recompensar el desempeño de manera justa promueve una cultura de excelencia y equidad en la empresa.
Una solución integral en la gestión de talento
Para afrontar estos desafíos, la asesora en bienestar organizacional, Marina Mayar, propone un enfoque multifacético que abarque desde la evaluación honesta y abierta del clima laboral hasta la implementación de programas de bienestar, flexibilidad laboral y desarrollo profesional continuo. Esto es, proporcionar herramientas y estrategias diseñadas para fortalecer la relación entre empleados y la seguridad emocional a través de la formación. Dando como resultado líderes con alta inteligencia emocional capaces de promover un ambiente laboral saludable y preparar a los equipos para los retos futuros.
“Si cuidas a tus trabajadores, los resultados vienen solos”. Marina Mayar
El método BeOm, desarrollado por la experta, propone un abordaje completo de la situación de la compañía y sus empleados en distintas fases:
- Una evaluación previa personalizada del clima laboral. Marina Mayar trabaja a través de distintas herramientas para entender profundamente el estado actual del equipo y diseñar acciones a medida.
- Masterclass y Formaciones Personalizadas. Se trata de programas adaptados a cada compañía y diseñados en función de las necesidades del empleado. Una combinación de herramientas puestas en práctica para alcanzar el equilibrio en cada caso. Algunos de los usos más habituales de esta formación en las empresas son el mindfulness para equipos con cargas de trabajo intensas, la gestión de picos de estrés en perfiles con muy poco tiempo libre y técnicas de comunicación para aprender a establecer límites de manera asertiva.
Un dato a tener en cuenta y que nos aporta mucha información sobre el camino que debemos escoger es que el 80% de las relaciones laborales exitosas se apoyan en la inteligencia emocional y no tanto en la inteligencia intelectual, como se podría creer.
- Plan de Acción: Solo a través de una hoja de ruta compartida y con eficacia probada es posible mantener los niveles de motivación y compromiso del empleado a largo plazo. Lejos de ser una acción puntual, este seguimiento de la inversión en bienestar asegura resultados duraderos y una mejora continua.
En conclusión, cuidar a los trabajadores, escucharlos y ofrecerles formación de calidad no solo mejora la satisfacción y el compromiso, sino que también promueve un ambiente laboral productivo y sostenible.
Llegados a este punto, solo falta pasar a la acción.
¿Cuál es el siguiente paso que imaginas en tu proyecto empresarial para mejorar la salud y el bienestar del equipo?
Te ayudo.