En el competitivo escenario actual, la retención de talento se ha convertido en uno de los principales desafíos para las organizaciones. Atraer y mantener satisfechos a los empleados calificados es fundamental para impulsar la innovación y el crecimiento sostenible de cualquier empresa.
Sin ir más lejos, de acuerdo con un estudio de Randstad y la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), el 42% de las compañías encuestadas aseguran que fidelizar a sus equipos es uno de sus mayores retos en este 2023. Y es que, aunque se subestime su importancia, la rotación de personal acarrea una larga lista de consecuencias. Por empezar, una pérdida de dinero: siguiendo un estudio realizado por la consultora Deloitte, los costos asociados con el proceso de reemplazar a un trabajador de un cargo medio pueden significar para la compañía hasta el 400% de su salario mensual.
Además de este gasto evitable, la pérdida de productividad en los equipos que se quedan y el descontento generalizado son otros de los impactos negativos para la organización. Si bien existen múltiples factores que influyen en la decisión de un colaborador a la hora de quedarse o irse, una gestión financiera adecuada puede sin lugar a duda tener un rol favorable en a la hora de retener talento.
Beneficios de una gestión financiera sólida
Una gestión financiera sólida no solo implica mantener el equilibrio entre los ingresos y los egresos de la empresa, sino también planificar a largo plazo y crear un entorno en el que los empleados se sientan valorados y seguros en términos financieros.
Algunos de los beneficios que perciben los colaboradores de una empresa que vela por la salud de sus cuentas y que, sin lugar a duda, pueden hacer que decidan quedarse por más tiempo en dicha organización son:
Salarios y beneficios competitivos
Una buena gestión financiera permite a las organizaciones ofrecer salarios y paquetes de beneficios competitivos a sus empleados. Según el Informe de Tendencias de RRHH para 2023 de Randstad y la CEOE, un 67% de los encuestados aseguran que los incrementos salariales constituyen una de las estrategias más efectivas a la hora de fidelizarlos en sus puestos.
Cuando los empleados perciben que están siendo compensados de manera justa por su trabajo es más probable que se sientan motivados para quedarse en la empresa. Una retribución acorde con los estándares del mercado también reduce la tentación del trabajador de salir a buscar oportunidades en otras organizaciones que pueden llegar a ofrecerles una mejor compensación.
Inversión en desarrollo profesional
Las empresas que gestionan sus recursos financieros de manera eficiente pueden invertir en programas de desarrollo profesional y capacitación para sus equipos. Estas oportunidades no solo mejoran las habilidades y el conocimiento de los colaboradores, sino que también les demuestran su compromiso para con ellos.
Estabilidad y confianza
Una gestión financiera sólida trae consigo estabilidad para la organización. Por un lado, los empleados valoran la seguridad de trabajar en una empresa que tiene sus finanzas bajo control y es capaz de resistir desafíos económicos tan corrientes en nuestros días.
Por otra parte, este clima dentro de la empresa genera confianza acerca de su futuro y sobre la seguridad de los empleos, lo que a su vez disminuye la probabilidad de que los empleados busquen oportunidades en otros lugares.
Mejora del ambiente laboral
Por otra parte, cuando las cuentas de la empresa están en orden esta puede ocuparse de organizar iniciativas que fomenten una cultura organizacional positiva. Esto incluye actividades como eventos de equipo, programas de bienestar y reconocimiento a los empleados.
Cuando los colaboradores se sienten parte del lugar en el que trabajan se crea un vínculo emocional con este, lo que hace que sea más probable que quieran quedarse por más años. En última instancia, la retención de talento se trata de crear un entorno en el que los equipos se sientan valorados, respetados y motivados para contribuir al éxito de la organización.
Claves para lograr una gestión financiera sólida
Lograr una sólida gestión financiera empresarial implica ocuparse de varios frentes. Además de establecer metas financieras claras a corto y largo plazo, contar con presupuestos detallados para alcanzarlas y administrar el flujo de caja correctamente, controlar los gastos de la organización es otro punto fundamental.
De la mano de soluciones de gestión de gastos como Expensya, las empresas pueden no solo mantener un control en tiempo real de los desembolsos de la organización -para que ni un solo euro sea gastado sin validación previa-, sino también identificar áreas en las se pueden reducir costos innecesarios. De la mano de diferentes estrategias (renegociación de contratos, cambio de proveedores o eliminación de gastos superfluos, por ejemplo), se puede generar un ahorro significativo.
Finalmente, en un contexto como el actual, para lograr una gestión financiera sólida se vuelve más importante que nunca poder adaptarse a tiempo a los cambios de la coyuntura económica. Salir a la búsqueda de asesoramiento profesional cuando sea necesario y contar con herramientas tecnológicas capaces de automatizar procesos y ayudar a ahorrar tiempo y dinero es clave. De este modo, las organizaciones pueden consolidar la salud de sus cuentas empresariales y asegurarse, al mismo tiempo, de retener a su talento de manera más eficaz.