La creciente internacionalización de muchos sectores laborales ha transformado los currículos con experiencia internacional y multicultural en perfiles muy demandados por empresas y universidades. Poseer conocimientos en varios idiomas, tener experiencia en el extranjero o haber recibido una educación con mentalidad internacional son algunos de los aspectos más valorados por las empresas, así como también el hecho de poseer una serie de competencias laborales que van más allá del éxito académico. Esta es sin duda una de las razones por la que el Diploma del Bachillerato Internacional (IB) se está convirtiendo en una de las opciones educativas para los jóvenes de 16 a 18 años con mayor crecimiento en los últimos años, y que ya se imparte en 174 colegios en toda España.
De acuerdo con la Organización del Bachillerato Internacional, “Cada año, más de 5.000 universidades de más de 100 países y territorios reciben solicitudes de admisión y certificados de calificaciones finales de alumnos del IB”. Esto se debe a que el Diploma del Bachillerato Internacional (IB) es un programa que está comprometido con el desarrollo del perfil académico, profesional y humano de los jóvenes, requisito indispensable en los procesos de selección de universidades y empresas de todo el mundo.
El IB tiene como objetivo formar alumnos que sean curiosos y reflexivos, con capacidad de pensamiento crítico y mentalidad abierta, buenos comunicadores, íntegros y solidarios. Para ello, el Diploma del IB ofrece un plan de estudios altamente personalizable por el propio estudiante, generando así un mayor interés y motivación en las asignaturas y proyectos que emprende. “El IB sitúa al estudiante en el centro de su aprendizaje”, afirma Kate Kelly, coordinadora académica del Diploma del IB en The British School of Barcelona (BSB). “Le da autonomía para elegir asignaturas según sus habilidades, fomenta el trabajo independiente y de esta forma ayuda a los jóvenes a desarrollar un perfil con un amplio abanico de capacidades que son imprescindibles para el futuro académico y el mundo laboral.”
El IB también despierta el interés de los jóvenes por su compromiso cívico. Los estudiantes del IB aprenden a desarrollar su inteligencia emocional participando en proyectos y trabajos en equipo que apuestan por desarrollar su conciencia ética. “El IB valora la implicación en iniciativas relacionadas con la solidaridad, el respeto y la tolerancia”, añade Maria Kovac, coordinadora administrativa del Diploma del IB en BSB. “Los alumnos muestran un mayor interés por observar y reflexionar acerca del mundo que les rodea y son más conscientes de los desafíos sociales y medioambientales”. Al participar de experiencias de aprendizaje estimulantes y relevantes para ellos, los alumnos se sienten muy motivados, y ponen en práctica habilidades de autogestión, investigación, organización, colaboración y comunicación. “Todo esto los prepara para dar respuesta a los retos que se les puedan presentar en el futuro, ya sea en el plano personal, en la universidad o en un contexto profesional”, concluye Kovac.
Los resultados son indiscutibles. Según la Organización del Bachillerato Internacional, los resultados de los estudiantes del IB son superiores a los de otros programas, lo que demuestra el grado de motivación que genera entre los jóvenes que lo estudian. Así sucede en BSB, donde durante los últimos años el 100% de los alumnos de IB han aprobado el Diploma con récord de resultados, obteniendo puntuaciones muy por encima de la media mundial.